miércoles, 1 de agosto de 2012

Alegato de fiscalía. 8.61 María Cristina Pedersen.


Caso María Cristina PEDERSEN: era al igual que BALIÑA enfermera del Hospital PENNA, había sido delegada en el Sindicato de Salud Pública, tenía participación en asambleas y reuniones sindicales. Su secuestro se produjo el   4/8/76 en el domicilio de Casanova 414.
Durante el debate declaró ELFEN, refiriendo que antes del secuestro de PEDERSEN ella misma fue secuestrada para saber dónde estaba PEDERSEN. El operativo estuvo de un grupo de más de diez personas, vestidos de fajina verde y que portaban armas largas y cortas, a cargo de un hombre de 40 años que se identificaba como policía.
Luego de ser secuestrada PEDERSEN estuvo cautiva en “la escuelita” durante cuarenta días. Lo primero que le hicieron fue aplicarle electricidad para que “sepa lo que era”.  Estuvo en una de las habitaciones donde pudo comunicarse con quien estaba en el camastro ubicado debajo del propio, quien resultó ser Graciela IZURIETA. Relató que IZURIETA estaba embarazada y la habían torturado mucho, por lo que temía por su hijo.
Vio por debajo de la venda a gente tirada en el piso, dio cuenta de la presencia en ese lugar de Zulma MATZKIN, a MERCERO y SOTUYO, a éste agonizando lo vio agonizando en el piso y luego no lo escuchó más. En cuanto a su esposa que apodaban “la liebre” dijo que la habían torturado mucho. También dijo que había una chica que secuestraron en Mar del Plata –se trata de COUSSEMENT- y percibió además a Nélida DELUCHI a quien, en una sesión de tortura la habían castigado mucho en las piernas. Vio  a SOLARI IRIGOYEN y AMAYA, a quienes habían traído de Viedma.
Fue llevada a un galpón donde fue interrogada y golpeada, le sacaron fotografías y le hicieron preguntas sobre otras enfermeras, entre ellas BALIÑA.
La noche antes de ser liberado “el tío” CRUCIANI le preguntó por Juan Carlos LORENZO que era de Necochea como ella, lo cual corrobora que la actividad de Inteligencia iba cercando a cada una de las víctimas.
Identificó  entre los interrogadores a “cacho”, al oficial de Inteligencia CRUCIANI y también a “laucha” CORRES. Identificó guardias del CCD, en alguna oportunidad alguno de éstos le permitió quitarse las vendas y  vio el lugar que era amplio, estaba en penumbras, que había gente vendada y observó nuevamente a IZURIETA.
El 10/9/76 la  liberaron, quien la llevó en un vehículo se identificó como “laucha”.
Las gestiones de su familia para dar con ella incluyó la presentación de un hábeas corpus que fue rechazado por MADUEÑO, con imposición de costas.
La prueba testimonial se integra con la declaración de los hermanos MONTERO.
Sobre las consecuencias ELFEN declaró que la víctima estaba muy mal, a punto tal que no regresó a Bahía. PEDERSEN dijo que las secuelas duran toda la vida.
Hay documentación de Inteligencia que da cuenta del hallazgo de un panfleto firmado en donde el PCR denunciaba el secuestro de la enfermera. Hay un informe del 11/8/76 donde la Inteligencia a partir de esos panfletos chequea diferentes datos, mencionan como fuente de información los propios familiares, quienes en su desesperación por dar con el paradero de PEDERSEN, daban información.

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