Caso Carlos
Alberto GENTILE: quien tenía 17 años de edad cuando
fue secuestrado por personal de la PFA de Viedma el 15 de abril de 1978. Lo
interceptó una camioneta Ford F 100 al mando del chofer y otro integrante de la
policía que él conocía de la localidad, de apellido QUIROGA, quien lo ató, lo
encapuchó y tiró en el piso del vehículo. Percibió que daban vueltas hasta su
domicilio, donde secuestraron a Gustavo DOMINGUEZ con quien vivía. Luego empezaron
a andar por un lapso de cuatro horas. GENTILE y DOMINGUEZ fueron trasladados a
un lugar del complejo “la escuelita”, un galpón donde lo desnudaron, ataron y
mojaron. Comenzaron a interrogarlo con aplicación de picana eléctrica, lo
acusaban de guerrillero y le preguntaban sobre personas que no conocía. Fue
llevado luego a una cama, esposado y
desde allí podía escuchar los gritos de DOMINGUEZ que también era torturado. No
sabía dónde estaba hasta que un guardia le preguntó que estaba haciendo en el V
Cuerpo, lo que resultó coincidente con el recorrido realizado por sus captores
en el traslado, desde el cruce del puente ferrocarretero.
El cautiverio de
GENTILE se extendió desde las 15:00 horas del 15 de abril hasta las 6:00 horas
del día siguiente, en el que lo volvieron a cargar en un vehículo y lo llevaron
con rumbo desconocido. Fue liberado en cercanías de la localidad de Cardenal
Cagliero, sometido a un simulacro de fusilamiento y amenazado para que no
dijera nada de lo vivido. Desde ese lugar caminó hasta Viedma, llegó a su casa
y se quedó en su domicilio paralizado por el miedo. A causa de las torturas
sufridas no podía caminar, estaba muy herido en los pies. Fue examinado por un
médico de confianza, el doctor COLOMBO quien relató que GENTILE tenía lesiones
en sus pies y le contó que fue detenido.
GENTILE supo que
liberaron a DOMINGUEZ y lo enviaron en ómnibus a la Capital Federal.
Al encontrarse con
su padre, que era retirado del Ejército y contarle lo vivido, aquél solicitó
una entrevista con el comisario de la PFA, a quien le recriminó lo ocurrido con
su hijo. Recibió como única explicación de FORCHETTI que lo vivido por su hijo
se debía a que tenía “malas yuntas”, dejando de manifiesto que estaba en total
conocimiento del secuestro, traslado y torturas.
Las circunstancias
de este hecho se vinculan con otro sufrido por GENTILE y un grupo de amigos el
año anterior, con quienes había sido secuestrado durante una reunión informal,
en un operativo conjunto del ejército y la policía. En esa oportunidad estuvieron
cuarenta días incomunicados en la comisaría provincial, había gran cantidad de
menores.
Según relató en
este juicio, ese secuestro pudo haberse debido a que la familia CHAGAYO, dueño
de la casa que alquilaba, lo vinculaba con el ERP.
La persecución
contra GENTILE continuó durante el año ’79, cuando le tocó hacer el servicio
militar obligatorio, siendo destinado a Bariloche. Su padre supo por otro
militar que le habían dado ese destino para matarlo, por lo que recurrió a
todos los contactos que conservaba para evitarlo, y así consiguió que cumpliera
el servicio militar en Viedma.
La prueba del caso
se integra con las declaraciones de Carlos Alberto GENTILE, Osvaldo COLOMBO, y
las declaraciones de su padre Carlos Domingo GENTILE y DE VICENZI que se incorporaron
por lectura. También con el expte.18 de la CFABB.
Con estos
elementos se encuentra acreditado el secuestro, torturas y Privación ilegal de
la libertad de Carlos Alberto GENTILE.
Señor Presidente,
tenemos un grupo de casos que nos gustaría tratar en conjunto.
Presidente: Vamos a hacer
un cuarto intermedio hasta mañana a las 9:00 horas.
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