Ferro
(Pte): doctor, puede continuar.
Córdoba
(Fiscal): Muchas gracias. Vamos a desarrollar otras complicidades y coautorías.
Luego de la enumeración que va a pasar por el poder judicial, el rol de la
prensa local, la Iglesia local y otras agrupaciones, pasaremos al relato de los
hechos materia de juzgamiento. En primer lugar y en cuanto al rol del
poder judicial local en el plan criminal de extermino, voy a centrar la mención
en la actuación del Juzgado Federal 1, donde se decidió que no hayan
causas judiciales. A cargo del doctor MADUEÑO, y las secretarías que actuaban
en estos expedientes, la mayoría de hábeas corpus, eran las del doctor SIERRA o
la doctora GIROTTI. Cuando había un fusilamiento presentado como un
“enfrentamiento”, ni siquiera había una investigación orientada a encubrir esos
hechos, la investigada era la víctima. Se iniciaba la investigación con el rol
inverso. La justicia estaba bloqueada desde el inicio del planteo. Las víctimas
eran imputadas, y luego sobreseídas, por resistencia a la autoridad. En los
casos de los hábeas corpus, es sistemático el rechazo de los mismos, aún cuando
había respuesta positiva. En la causa hay hábeas corpus, en los casos de María
Emilia SALTO y Laura MANZO, en los cuales las autoridades militares responden
al juez que ellas habían sido detenidas: aún en ese caso el Hábeas Corpus fue
rechazado. Cuando la formalidad fue permeada por la realidad, aún así, se
siguió cumpliendo el aporte del poder judicial al plan criminal. Cuando se hace
el primer hábeas corpus de Eduardo HIDALGO, la fiscal VALDUNCIEL de MORONI
dictaminó que debería investigarse “si
no fue secuestrado por alguna banda subversiva”. Este plan llegó a
tener a magistrados judiciales en sesiones de torturas, al lado de VILAS, como
declararon numerosos testigos en esta audiencia. Por eso hay imputaciones y
algún procesamiento en primera instancia, por participación y coautoría en
torturas. El funcionario judicial en sesiones de tortura está lejos de
poder justificarse en el marco de una actuación al servicio de la
justicia. Lo que voy a rescatar en esto, es lo que significaba para una
víctima que estaba en cautiverio, que iba a ser llevado ante el Juez: Mario
MEDINA sintió que la aparición del juez del otro lado de las vendas, y
secundado por ametralladoras del V Cuerpo, fue en ese caso, la confirmación que
no había “plan B”. No lo iba a salvar ni el juez. No era ya que no había alguna
esperanza que un juez se pudiera enterar y actuar. MEDINA confirmó no sólo que
el juez estaba con sus captores, confirmó que el juez era uno de sus
torturadores. Eso deshace cualquier esperanza institucional en el poder
judicial, y es un tormento especial que se le infligió. La institución que
podía ayudarlo no estaba con los verdugos: eran los verdugos. Lo mismo explicó
José ALOISI respecto al caso Luis SOTUYO, cuando fue al Juzgado Federal y vio,
entrando y saliendo, a personal militar con expedientes, como si el juzgado
federal fuera un anexo del Vto. Cuerpo. Otros juzgados de la provincia actuaron
del mismo modo. La Magistratura fue puesta al servicio de las armas. Es
revelador un documento agregado a la causa, en el archivo Memoria Anual de la
Sección Informaciones de la Prefectura Naval Argentina, estrictamente secreto y
confidencial, fechado en abril de 1978. En ese documento, el informante le
comunica a su jefe de inteligencia que el 4 de abril se tomó conocimiento que
el actual Juez Federal de Bahía Blanca, MADUEÑO estaría haciendo gestiones para
que se lo trasladara a la Capital Federal para ejercer una actividad similar
allá. Lo que finalmente consiguió. Añade que esa gestión se sustentaría en un
sentimiento de frustración del magistrado, porque consideraba que no se le
habían reconocido sus esfuerzos en pos de la depuración ideológica de la UNS.
Es decir, ahí está la prueba más allá de las numerosas actuaciones, de una
magistratura puesta al servicio de las armas, en ese afán de formar parte de
cuanto plan criminal hubiera. Ese reconocimiento lo tuvo después: fue juez de
instancias superiores hasta bien entrado la década del 2000. En el año 1978 al
no ser reconocido “debidamente” MADUEÑO hacía esos planteos a las Fuerzas
Armadas, buscaba “reconocimiento”.
En
el mismo sentido, ayer hablé del caso POSE, ese que CATUZZI ejemplificó cómo
los órdenes de la “Lucha contra la Subversión” habían fluido por la cadena de
mando: cuando CATUZZI supo que POSE había matado a dos personas, viendo que
había actuado por propia iniciativa –la actuación criminal no podía ser por propia
iniciativa en las fuerzas armadas- y sin posibilidad de vincularlo con ninguna
actividad antisubversiva,
dijo CATUZZI que en menos de doce horas le retiró el uniforme y armamento y lo
puso a disposición de la justicia provincial, siendo condenado finalmente a
cadena perpetua.
Es
de destacar allí que si bien la condena fue a cadena perpetua, quien era Fiscal
de Cámaras por ese entonces, Raúl Fernández OROZCO actual Juez Federal del
Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, pidió la pena de muerte!.
Eso tampoco está ajeno al plan criminal: es parte de una señal desde el poder
judicial hacia adentro de las fuerzas armadas de ese momento. FERNÁNDEZ OROZCO
actuó como magistrado durante toda la dictadura militar, luego cuando vino la
democracia se tuvo que ir, y volvió al igual que la Fiscal MANGUERA de
MARRA, una vez que se organizaron los Tribunales. Está claro que está
pendiente un proceso de desnazificación del Poder Judicial en esta ciudad.
En
cuanto al rol de la prensa, la última dictadura arrasó con la libertad de
expresión. Hubo un centenar de periodistas desaparecidos. Los grandes medios
fueron acríticos y reverentes con la dictadura, se han beneficiado
económicamente además, pero el papel de la prensa en Bahía Blanca tiene una
faceta especial: es difícil establecer un ejemplo más acabado del compromiso de
la prensa, como lo es entre La Nueva Provincia y las Fuerzas Armadas una
relación de intimidad y consustanciación difícil de superar. Es revelador que
en octubre de 1976 durante la “XXXVII Asamblea General de la SIP” Federico
MASSOT dijo que en Argentina había libertad de prensa, que no había problemas
para informar, opinar ni criticar al gobierno, lo que no se podía hacer en
Argentina era apología del crimen. En este sentido destaco que en Bahía Blanca
aún hoy se publican los titulares más autoritarios de la lengua española. Ante
la SIP también, en marzo del 77, Vicente MASSOT dijo que ante la escalada
marxista internacional, era lógico que las fuerzas armadas se vieran obligadas
a tomar algunas decisiones lesivas para los derechos individuales, en
salvaguarda de la integridad de la Nación. Era habitual si se leen los diarios
de esos años, que cada autoridad militar que asumiera pasara por la Dirección
del diario. VILAS al ser pasado a retiro, pasó por La Nueva Provincia. Al otro
día el diario publicó que VILAS era un ejemplo para el país que se quería
construir para las próximas generaciones. El acusado SELAYA lo primero que hizo
al llegar a Bahía Blanca, fue ir al diario. Hay una foto con NUÑEZ y SELAYA
saludando en la Dirección del diario La Nueva Provincia. Pensemos en el mensaje
político, y criminal, que eso implicaba para las víctimas o las que podían
serlo, o sus familiares: el director de la Cárcel del Servicio Penitenciario
Bonaerense. en compañía del enlace con el centro clandestino, fotografiándose
en la Dirección del diario. Un párrafo aparte merece también el caso HENRICH y
LOYOLA: ambos ran trabajadores de los talleres de La Nueva Provincia, fueron
secuestrados en junio del ’76 luego de hacer paros previo a la dictadura, y
obtener algunos logros sindicales. Hay documentación agregada en la causa,
donde la empresa informaba a los comandos militares y navales de la zona -está
procesado el autor de ese informe- indicaba el personal a ser raleado. Antes de
ese informe de Prefectura, ambas víctimas fueron convocadas y amenazadas en el
Vto. Cuerpo “para que
se dejen de joder”. Si bien no forma parte de este juicio, en
este repaso del rol de diferentes instituciones locales, es ineludible hacer
referencia a esos hechos. También porque BAYON no puede estar ajeno al
lugar donde transcurrió el cautiverio de cuatro días de esos trabajadores,
antes de su fusilamiento. Ni ante quién fueron interrogados. Ni a quién se lo
mostraron, atados y amordazados, como trofeos de guerra.
En
cuanto al rol de la Iglesia, voy a distinguir en lo que hace a los casos que
estamos tratando. Hay al mismo tiempo por parte de la iglesia católica,
víctimas, persecuciones de sacerdotes tercermundistas y de jóvenes que se
habían formado en el catolicismo cercano a referentes del tercermundismo o
curas con ideas de justicia social. Al mismo tiempo, Jorge MAYER bendecía las
medallas que el Ejército le daba a MENDEZ o a CORRES por el fusilamiento
de HIDALGO o de SOUTO CASTILLO. También resultan significativas las respuestas
que les daban a los familiares. MAYER les respondía “en algo andarán”, “los
buenos no son para este mundo” y la culpabilización de los padres como
responsables de las conductas de las Fuerzas Armadas. Emilio OGÑENOVICH, el 25
de mayo de 1976, según está publicado, decía que “los profetas de una moral sin Dios están
recogiendo las consecuencias lógicas: la muerte” y llegó a decirle
a algún familiar que reclamaba: “mi
auto ya va solito al V Cuerpo”. Otro dato que da cuenta del rol y
de la información que la iglesia católica tenía respecto de los hechos del Vto
Cuerpo, o del desarrollo del accionar militar, lo da que la primera noticia que
tuvo Adel VILAS de su pase a retiro. Esa novedad, de su pase a retiro, se la
dio Monseñor TORTOLO. No el Ejército. Esto
lo revela Horacio VERBITSKY en el libro “La mano izquierda de Dios” en la
página 136 (cita párrafos del autor). Según VILAS, había actuado contra la
cabeza visible en la UNS, Gustavo MALEK pero no contra el ideólogo. También Adel VILAS
contó en diferentes publicaciones, y en la indagatoria, que la iglesia católica
le pedía ayuda para relevar o nombrar diferentes sacerdotes. La contracara de
la actuación de MAYER y OGÑENOVICH son el monseñor Jaime de NEVARES y Miguel
HESAYNE. En el libro de VERBITSKY se da cuenta de ello. HESAYNE cuestionó
abiertamente el uso de la tortura ante el Comandante. Explica cuál fue el
trasfondo de la liberación de CHIRONI. HESAYNE le advirtió a CATUZZI que lo
legalizaba, o no le iba a permitir comulgar. Pero recién cuando HESAYNE le
anunció a VIDELA que declararía este entredicho a toda la provincia de Río
Negro y que cerraría sus templos, ahí CHIRONI recuperó su libertad.
HESAYNE propuso entonces que los torturadores directos o indirectos fueran
excomulgados. Pero no obtuvo eco del Episcopado. También es significativa la frase de
CATUZZI a la familia de CHIRONI, en cuanto a que el dolor purificaba, ahí está
la idea del sufrimiento y destrucción de la vida como el modo de forjar un
héroe bélico. Solo que en la práctica de esa teoría, el sufrimiento siempre es
del otro. La teoría originada en NIETZCHE, es que el sufrimiento forja un
“Héroe bélico”. Estas personas que invocaban esa filosofía, hacían una pequeña
distinción: el dolor tenía que ser el del otro, eso los convertía en una
especie de “nietzchenianos rengos”. La purificación la iban a obtener siempre
con el dolor ajeno.
En
cuanto al rol de las corporaciones políticas y empresariales locales: Adel
VILAS incentivaba la delación como parte de la operación psicológica. Había
publicaciones constantes acerca de “si ve algún subversivo o algún acto
subversivo delátelo”, fueron tantos los llamados –según declaró el propio
VILAS- que tuvieron que empezar a filtrarlos, principalmente de los empresarios
que denunciaban a sus empleados. El testigo Norberto CEVEDIO explicó cómo él
que tenía la oficina de VILAS cerca, y cómo veía desfilar los empresarios yendo
a delatar a sus empleados, y pidiéndole a VILAS que actúe. En ese sentido hay
un pronunciamiento de la Corporación del Comercio y la Industria del año ’77,
con firma de DI MEGLIO y RAMIREZ, donde estos destacan el espíritu de
sacrificio y colaboración del sector empresario con la Patria y dicen también
que “el empresariado sufrió y sufre los embates de la subversión, que pretende
destruir la Nación”. El Ejército también en el Área Operaciones, intervino los
gremios, y como ejemplo de consustanciación de los sectores productivos y
represivos está la “Operación Trigo”. Adel VILAS ordenó un operativo de cercado
en Tres Arroyos, que ejecutó PAEZ y la Agrupación Tropas. Había un interés que
confluía en este sentido.
En
cuanto a la Universidad Nacional del Sur, he dicho ya que el golpe de estado en
Bahía Blanca empezó un año antes. En febrero del 75, asumió el rectorado REMUS
TETU, que fue el rostro local de la misión IVANISEVICH en el Ministerio de
Educación. El 2 de marzo de 1975, le planteaba el diario La Nueva Provincia al
nuevo “Rector”: “si
hay factores nocivos en la Universidad del Sur que la perturban, deben ser
eliminados sin flaquezas”. Tenemos el resultado: la gestión de
REMUS TETU significó la cesantía de docentes y no docentes, la prohibición de
asambleas, la proscripción de Centros de Estudiantes,el cierre de
carreras. Si uno ve la lista de cesanteados, uno encuentra los informes
de Inteligencia relacionados: uno de los cesanteados fue Oscar Amílcar
BERMUDEZ, según el informe: “considerado
como Troskysta en el ámbito en que actúa y estaría relacionado con el ERP”.
Esto, en abril del 75. Quince meses después estaba secuestado en “La
Escuelita”. Néstor del RIO, según el mismo informe fue cesanteado en la UNS,
sindicado “militante
de izquierda”, de la JUP. Meses después, sería acribillado en una
sala de internación del Hospital Municipal. Hugo SING CHUAN, sindicado “militante de izquierda”,
era pareja de Mónica MORAN. Daniel CALLEJAS, militante de la JUP, al poco
tiempo de ese informe, también estaría secuestrado en “la escuelita”. Y también
Daniel BOMBARA, sindicado como “activista”. Este informe es de abril del ’5 y
omitieron de la lista a Carlos RIVERA, quien luego de ser cesanteado también a
los pocos meses sería víctima de la represión por parte del Ejército. En
este repaso por la estructura militar, por el rol de algunos otros actores e
instituciones, y personas que aún continúan con actuación, cabe señalar que si
bien el crimen de masas tuvo como marco las estructuras militares, hay que
distinguir que la aplicación del poder punitivo no fue en ejercicio de
funciones bélicas, sino que fue producto de la Doctrina de Seguridad Nacional.
Fueron operaciones aplicando funciones policiales, eso quedó claro en la
indagatoria de MÉNDEZ. La aplicación del poder punitivo, llegó a los niveles
que llegó, en cuanto a la profundidad de la represión, porque la función
materialmente policial abarca el dominio del territorio, que es uno de los
presupuestos de la lucha “contrainsurgente”
en la doctrina francesa, a partir de la división del territorio en zonas,
subzonas y áreas. Ahora el doctor AZZOLIN va a seguir con el desarrollo de una
de las instituciones centrales del Terrorismo de Estado, los centros
clandestinos de detención.
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