Alegato
completo del primer juicio a represores en Bahía Blanca
Elaborado
por la Unidad Fiscal de Bahía Blanca que encabeza Abel Córdoba, para el primer
juicio a ex militares, policías y penitenciarios por delitos de lesa humanidad
durante la última dictadura. Los 17 imputados fueron condenados, 14 a prisión
perpetua.
EQUIPO
DE TRABAJO Abel CÓRDOBA, Horacio AZZOLIN, Félix CROUS, Sofía PASCUALETTI,
Haydeé HERNÁNDEZ, Mara LÓPEZ LEGASPI, María TIESER, Valeria GIMÉNEZ, Ester VENTURINO,
Pablo FERMENTO, Andrea MOLINA, Gustavo GALVEZ.
-Presidente (Dr.
Ferro):
Sr.
Fiscal, adelante.
-Fiscalía
(Dr. Córdoba): Muchas
gracias.
Voy
a empezar el alegato de la fiscalía reproduciendo los términos de una pregunta
que servirá para comprender algunos aspectos del sórdido contexto local del
terrorismo de estado y también la absoluta impunidad con la que actuaron estos
ejecutores, a partir del accionar de las agencias de legitimación discursiva
que operaban en ese entonces.
La
pregunta con la que comienzo el alegato tiene estos términos: “¿Qué esperan
nuestros hombres de armas para reconocer que la argentina vive un clima de
guerra interna y para proceder en consecuencia sin contemplaciones ni
concesiones? Esta pregunta la formulo el diario La Nueva Provincia en mayo de
1973.
Es
decir, esta pregunta que cuestionaba que esperaban para reconocer que había un
clima de guerra interna, ya instalaba la ficción en el año 73 de que aquí se
vivía una guerra. Es una ficción que todavía hemos tenido que escuchar de los
imputados en su intento de justificar estos crimines gravísimos por los que se
los imputa, y fue formulada en mayo del 73, es decir, a dos meses de las
elecciones que habían llevado al gobierno a Héctor Campora, y a 3 semanas antes
de que asumiera. Es decir, tras 7 años de gobiernos militares ya entonces el
diario LNP que por entonces era y como sigue siendo la usina ideológica de esta
ciudad, monopolizando los medios de comunicación, gráficos, radiales y
televisivos, lo que le reclamaba a las FFAA integrada por muchos de los
acusados aquí presentes es que procedan, y ese reclamo de proceder sin
contemplaciones ni concesiones lo vieron concretado. Y las FFAA, estos oficiales
y suboficiales que aquí acuso procedieron de ese modo, no tuvieron
contemplación absolutamente de nada. Tiempo después el 24 de marzo de 1976 el
diario de los MASSOT titulo; “Llegó el momento”, y entonces le indico a estos
ejecutores el modo en que tenían que hacerlo, el modo en que tenían que
proceder, en estos términos: “Nada de rodeos, ha llegado el momento de
abandonar el profesionalismo aséptico y establecer la primera distinción
fundamental en una política revolucionaria, distinguir el amigo del enemigo, y
a la violencia destructora y asesina hay que responderle con una
violencia ordenadora” Es decir, esa frase que fue tomada por estos ejecutores,
no es el producto de una represión improvisada, es el producto de una represión
planificada, sistemática que aun cuando fue implacable, estuvo reglamentada
años antes de su propia ejecución y que fue intencionalmente dirigida hacia
algunas personas, militantes sociales y políticos básicamente, a partir del
cerco que establecía sobre ellos la actividad de inteligencia. En esa misma
edición del 24 de marzo, LNP les indico también el objetivo de esa violencia. A
quienes tenían que aniquilar, y dijo: “Al aparato subversivo, al sacerdocio
tercermundista, a la corrupción sindical, a los partidos políticos” y siguió
con la numeración plasmando lo que fue el plan del ejercito, lo que fueron las
ordenes de aniquilación previas plasmadas por las FFAA, y advirtió por ultimo
que: “A esos enemigos, al aparato subversivo, se los iba a destruir allí donde
se encuentren, sabiendo que sobre la sangre redentora debe alzarse una segunda república”
Y ahí entonces tenemos otro de los componentes de estos hechos, que es la
lógica sacrificial, es decir; establecían la necesidad de matar. Esa lógica de
que cualquier fundación sobre lo que había iba a ser sobre la muerte, sobre la
muerte de los otros, sus enemigos obviamente. Y esa lógica sacrificial es
propia del mesianismo que los hacía sentir intérpretes incluso de un plan
divino. Es conocida la frase de VILAS, e incluso de otros ideólogos de la
represión que hablan de que oponentes y enemigos eran aquellos que se oponían
al “Plan de Dios en la Tierra”. Ese fue el mesianismo desde el cual actuaron
estos acusados. A partir de entonces es cuando las FFAA actuaron cumpliendo su
rol favorito, ellos se consideraron la reserva moral de la patria, y en nombre
de ella mataban para ello en un rol autoimpuesto, impuesto a fuerza de fuego y
sangre, en un rol de refundadores. Pensemos que históricamente las FFAA
llegaron a esta geografía como parte de una ofensiva militar contra los pueblos
originarios, han establecido el control social durante toda su historia. El
golpe de estado 1955 fue gestado en esta ciudad, pero llegaron a convertirse en
la época en que sucedieron estos hechos, en el ejército de ocupación de su
propio territorio, a partir de la aplicación de la doctrina francesa, y lo más
grave fue que pasaron a la clandestinidad a instituciones públicas, para
cometer desde esa clandestinidad los crímenes más atroces que hemos escuchado
durante un año en estas audiencias. En esos elementos está la configuración más
precisa del terrorismo de estado, por un lado las instituciones públicas
pasadas a la clandestinidad y por otro lado el instrumento de esa
clandestinidad; el terror, el crimen.
El
crimen fue el instrumento del terrorismo de estado que llevaron adelante estos
acusados, y para generar el terror que provocaron en la sociedad, y
directamente en las victimas y en toda la sociedad no usaron solo la propaganda
o complotaron solo con las agencias discursivas, sino que mataron. El
instrumento del terror de estos acusados fue la muerte, la eliminación para
aterrorizar. Mataron, desaparecieron y fusilaron. Se apropiaron de los hijos de
los enemigos, llegaron a eso. Las conductas que han cometido en ese rol
clandestino y criminal están en las más graves conductas que se puedan concebir
y que haya hecho una persona alguna vez. Arrancaron identidades, referencias,
vínculos, dejaron a padres sin los hijos, se los arrancaron. Lo mismo a hijos
sin los padres.
En
esta misma sala estuvo testimoniando Adriana METZ y nos conto algo de sus
vivencias, que apenas nosotros podemos imaginar. Y en referencia a este tema
dijo: “Fui hija de mama y papa hasta que los secuestraron. Después pase a ser
hija de desaparecidos” Esa frase es el ejemplo de cómo una persona, en este
caso, una víctima dejó de tener relación filial. Dejó de ser hija de alguien,
pasó a ser la hija del resultado de un crimen estatal. Entre ella y los padres
quedo instalada para siempre, hasta hoy, y lo que resta de su vida, la decisión
macabra de arrancar a sus padres de la vida.
La
misma Adriana METZ nos contó sus vivencias cuando fue madre ella y como veía a
sus amigas, que también lo habían sido, recurrir a sus madres para saber qué
hacer con sus hijos, como cuidarlos, que hacer en los instantes más cotidianos,
incluso en los críticos, que van desde la duda de qué hacer con un hijo cuando
es recién nacido, como tenerlo. Y dijo: “Yo no tenía a quien recurrir. A
alguien se le ocurrió que mi mama no tenía que estar en este mundo. A alguien
se le ocurrió que no tenía que estar viva”
La
fiscalía está acusando en este juicio a algunos de los responsables, a algunas
de esas personas que se les ocurrió que había gente que tenía que dejar de
vivir, y que a partir de ello había gente que iba a vivir sin sus padres, sin
los hermanos, sin los hijos.
Ese
arrancar, esa desaparición también produjo una suerte de desaparición, de
dilución de los autores, se diluyeron atrás de la impunidad. Y este juicio si
bien no va a poder revertir el hecho irreversible que es la muerte y la desaparición,
tendrá la oportunidad de revertir la impunidad insoportable en la que han
transcurrido 36 años de su vida estos autores. Esa impunidad es reversible con
una decisión judicial que vamos a solicitar al final del alegato. En otra de
las dimensiones también graves, si uno evalúa lo que significan los hechos
criminales antes y después de las conductas de estos autores, lo mismo en que
se puede concluir es que hay hasta definiciones como la de sadismo, crueldad,
que significan otra cosa después de la conductas de estas personas.
Llegaron
hasta oscurecer la historia. Una historia que no era pacifica tampoco, no
estaba exenta de crímenes, ni de crímenes masivos tampoco, y ha sido dicho: si
algún circulo le faltaba al infierno dantesco estas personas lo completaron, lo
crearon, lo planificaron y lo ejecutaron. Y es así como tenemos todavía miles
de ciudadanos argentinos que siguen viviendo con las secuelas de esos hechos.
En
otro plano, voy a adelantar las conclusiones de este alegato. Los 94 hechos que
estamos juzgando la fiscalía los considera probados a cada uno de ellos, en
cada una de las circunstancias en las que se acusado, es decir la misma
circunstancia en espacio, tiempo y modo de ejecución. Y en cuanto a los
acusados también tenemos por demostrada su responsabilidad criminal en cada uno
de los hechos. Es un juzgamiento, vuelvo a las víctimas, abarcativo, hemos
escuchado, se ha producido prueba y se juzgaran; 31 secuestros, tormentos y
cautiverios en CCD, 21 secuestros, tormentos y cautiverios en CCD y luego en
cárceles. 2 abandonos de personas, 2 nacimientos en cautiverios y luego
apropiación, 12 desapariciones, 4 fusilamientos sin cautiverio previo y 22
homicidios sin cautiverios, es decir un total de 38 homicidios ejecutados esos
homicidios en el lapso de 1 año. Hoy se cumple 1 año del inicio de este juicio,
pensemos en que desde que empezamos con la primera audiencia hasta ahora hay 38
homicidios, y estos son apenas un pequeño porcentaje de todos los hechos, esto
es lo que conforma el objeto procesal, pero eso nos da alguna dimensión lo que
fueron las masacres que ejecutaron estas personas. Esta también probado que
estos 17 acusados, que son un numero representativo formaron parte y forman
todavía de un poder ramificado que no está entre los acusados en este juicio y
probablemente no lo esté. Es un poder ramificado en la cual ellos son una
parte, pero es un poder que sigue vigente y que contribuyó decididamente a que
estos hechos se cometieran. Decía que estos 17 acusados son apenas un puñado de
los varios centenares que actuaron en esta misma jurisdicción y de los miles
que secuestraron y torturaron en todo el país. Es notoria la ausencia en esta
sala de GARCIA MORENO, quien se fugo al momento en que el tribunal dispuso el
inicio de las audiencias y 30 años que han transcurrido desde el retorno a la
democracia, que es cuando se pudo haber tenido alguna esperanza en el
juzgamiento explican la impunidad biológica, la ausencia de alguno de los
jerarcas locales del terrorismo de estado, me refiero a quienes comandaron la
zona V de seguridad; Osvaldo AZPITARTE Y CATUZZI. También la ausencia de
represores tristemente celebres como Emilio IBARRA, jefe del equipo de lucha
contra la subversión, del suboficial Santiago CRUCIANI, jefe del CCD La
Escuelita, de Julián CORRES que murió durante el desarrollo de estas audiencias
y en el caso de CORRES al haber muerto durante estas audiencias, cuando ya
estábamos escuchando a las víctimas, es notorio en ese caso como un ser tan
insignificante, una personalidad sostenida en alguna trama obviamente miserable
porque no cabe concluir otra cosa, pudo ocasionar tanto daño, fue esa persona
determinante del sufrimiento que padece y va a padecer siempre Patricia CHABAT
y muchos testigos que no pueden venir a declarar por las secuelas que les dejó.
Pensemos también en TARCHITZKY a quien tuvo bajo sus manos. A Oscar MEILAN por
ejemplo, que escuchaba al “Tío” decirle “dale Laucha, dale picana nomas”. Son
hechos traumáticos que han marcado sus vidas, y así con infinidad de personas,
desaparecidos. Esa explicación de cómo un ser tan insignificante puede producir
tanto daño esta, quizás si CORRES no hubiera sido oficial del ejército, hubiera
cometido algún crimen quizás o no, pero menor. La diferencia está en que formo
parte del Ejercito Argentino que en esos años se había convertido en una
máquina de matar. La pertenencia y la actuación en esa máquina de matar
es lo que le da capacidad de daño a un a seres insignificantes como CORRES.
También
faltan en este juicios Jorge STREICH que era uno de los médicos del CCD, el
torturador Antonio LOSARDO, el jefe de área de la primer parte del año 1976
Argentino TAUBER, es muy larga la lista de quienes debieron ser juzgados antes
de su muerte, y también señalo que esa impunidad biológica estuvo favorecida
tanto por la lentitud como la incompetencia del poder judicial en primera
instancia local para tramitar con decisión estas causas. Tampoco voy a obviar a
Leonardo NUÑEZ, otro de los responsables del enlace de los centros clandestinos
de detención y la cárcel y los oficiales de inteligencia GONZALEZ, SCARNATI
ALMADA, MADUEÑO también, el juez federal que participaba de las sesiones de
tortura, y los referentes de la Iglesia Emilio OGÑENOVICH y Jorge MAYER,
quienes también deberían haber sido juzgados por sus responsabilidades en estos
hechos, además claro esta de Adel VILAS, pionero del terrorismo de estado que
llego a Bahía Blanca con la misión especial de “extirpar la infiltración
marxista” en esta universidad, y desde allí arraso con toda la ciudad, él y las
FFAA, con todo el sector de la población que él creía que se oponía al plan de
las FFAA que era igual al divino. Y decía que no quedan dudas de las
responsabilidades de estos acusados y solo es un repaso de algunas conductas de
cada uno de ellos nos puede ilustrar claramente de que hay un núcleo de prueba
producido en este debate que determina, no solo el sentido de la acusación,
sino también el que tendrá que tener la sentencia.
Acá
está acusado Andrés Reynaldo MIRAGLIA, por ejemplo, quien hizo de la cárcel que
dirigía un anexo del CCD. Los torturadores de La Escuelita, mientras MIRAGLIA
estaba a cargo de la Unidad IV interrogaban o en la Escuelita o en la Unidad IV
que él dirigía. Es indudable, a partir de ahí, después veremos otras razones
para determinare su responsabilidad.
Hugo
Jorge DELMÉ, quien está sentado a su lado era el encargo desde su jefatura de
División Registro de Enlace, que como parte del plan sistemático de desalentar,
interrogar y humillar a los familiares en su reclamo desesperado y arriesgado,
aun estando ante él, a reclamar por sus familiares. Hasta que les daba tanto
miedo y no podían ir mas, ya que empezaban a correr riesgos sus vidas. Y desde
esa función represiva donde obviamente, el jefe de registro de enlace era el
que aparecía con las listas de quién estaba en el centro clandestino, quien no,
a quien habían matado, a quien iban a liberar o quien iban a pasar al CCD.
SELAYA,
quien está sentado a la derecha. Hay una acción que fue descripta aquí por el
psiquiatra de la cárcel convocado por SELAYA a la dirección de la cárcel, y
entonces estaba SELAYA, lo describió bien GARCIA MEDINA, con una escopeta, un
detenido tirado en el piso y le ponía la escopeta en la boca delante de un
chico de 10 años, aproximadamente. Ese es, creo, un indicador suficiente del
perfil de la dirección de SELAYA a cargo de la Unidad IV, además claro está
que, a diferencia de los que hacia MIRAGLIA que dejaba entrar y coordinaba los
interrogatorios dentro de la cárcel, SELAYA hacia distinto, dejaba que se los
llevaran. Ha estado acá la victima JULIA que dijo que mientras estaba detenida
en la unidad IV fue llevada a La Escuelita nuevamente y después
reingresa. Eso también documentado.
Jorge
MANSUETO SWENSEN jefe de área desde el 26 de noviembre de 1976, responsable de
los secuestros ejecutados en esa unidad territorial que luego describiremos, y
también responsable, primero lo negó, luego lo admitió, igual había pruebas, de
los cautiverios en el edificio en donde MANSUETO tenía su jefatura funcionaba un
CCD, estaban secuestrados adolescentes de la ENET. Respecto de los secuestros y
cautiverios que se ejecutaron, que el ejecutaba mientras era jefe de batallón,
dijo que “RUIZ Y BOHOSLAVSKY, creo que alguna noche compartimos o hemos dormido
en la misma unidad”. La diferencia es que algunos estaban secuestrados y
sometidos a tormentos y él era el jefe de ese lugar, y no solo el jefe, sino
que quien daba las órdenes, quien disponía los medios y quien tenía en
definitiva en términos jurídicos el dominio funcional del hecho.
Hugo
FANTONI, jefe de personal del estado mayor del V cuerpo. FANTONI participaba en
las deliberaciones una vez que se fusilo a las 4 víctimas de los que se conoce
como la “Masacre del Pibe de Oro”: GIORDANO, IZURIETA; YOTTI y ROMERO, adolescentes
todos.
FANTONI
participaba de las deliberaciones de la jerarquía militar que integraba y
también era quien disponía los traslados, era responsable como jefe de personal
de la permanencia en las cárceles de los detenidos y quien disponía los
traslados a otras unidades por ejemplo, eso esta documentado. Y cuando tuvo que
trasladar a los detenidos de la unidad IV a Rawson eligió un día particular; el
22 de agosto de 1977 como para que no queden dudas de lo que les esperaba a los
detenidos cuando llegaran a Rawson.
Carlos
TAFFAREL, jefe de Acción Psicológica Secreta durante 5 años, una función
determinante para el montaje de los falsos enfrentamientos que se produjeron
tanto en el año 76 como 77, estuvo 5 años a cargo de esa sección. Es decir un
ejecutor claro, efectivo, evidentemente, porque no lo cambiaron de función,
desde el destacamento de inteligencia.
Norberto
CONDAL: Julio GONZALEZ CHIPONT, uno de los subjefes del equipo de lucha contra
la subversión presentó documentación pidiendo ser ascendido y dijo que
ameritaba su ascenso a partir de que el, junto con otro de los acusados de
aquí, había participado en la eliminación de terroristas subversivos, y dijo:
“Yo participe junto con el equipo de lucha contra la subversión”, lo dejo
plasmado por escrito, de Patricia ACEVEDO, Carlos RIVERA, de las 4 víctimas de
la “masacre El pibe de Oro”, que recién enumeré, y cuando GONZALEZ CHIPONT,
tuvo que ofrecer avales de esa eliminación, de las cuales él se hacía cargo
junto con otras autores, ofreció a Norberto CONDAL.
Firmó:
esto lo puede avalar Norberto CONDAL y Mario MENDEZ también, entre otros.
Luego
Jorge GRANADA, quien fue el jefe de “EL TÍO” CRUCIANI, es decir, el jefe del
principal torturador del CCD, es decir CRUCIANI recibió y ejecutaba las órdenes
de GRANADA. Cuando lo tuvo que calificar, obviamente, le dio la máxima
puntuación. Es indudable su responsabilidad, a partir solamente de este hecho
en términos concisos porque tiene un contenido, tanto delictivo como de daño
enorme.
Vicente
FORCHETTI fue el comisario de la policía federal de Viedma, jefe de grupo de
tareas de la subzona 51 en Viedma y participaba el mismo en los secuestros, y
fue reconocido en esta misma audiencia. También hacia traslados hacia centros
clandestinos de detención
Walter
Bartolomé TEJADA, era el auxiliar del departamento II de inteligencia.
Entre
ALVAREZ, que está prófugo, y TEJADA concentran las jefaturas de inteligencia
del departamento II desde el año 1974 al 1981, es decir es un oficial retirado
del ejército, determinante en la inteligencia de toda la dictadura militar en
Bahía Blanca, y además obviamente, es el jefe de Julián CORRES.
Es
decir, CORRES estaba bajo sus órdenes, el supervisaba, el lo calificaba. CORRES
cumplía las ordenes que el le daba.
El
ejecutor dentro de la estructura del V Cuerpo, bajo las órdenes de Walter
TEJADA.
Osvaldo
PAEZ, otro de los acusados de este juicio. Presidente del Consejo de Guerra, de
una guerra que solo existía en su ficción, o una especie de justificación que
necesitaran, jefe de una división y educación, no sé porque se llamara así.
PAEZ fue reconocido torturando victimas, torturando a SOTUYO, lo reconoció en
esta misma audiencia, torturando a BENAMO en mayo del 76 y aparte de ser
jefe de división, de estar como oficial del estado mayor torturando jóvenes,
SOTUYO ha tenido 20 o 21 años y el tenia mas de 40 en ese entonces. También
comandó operativos en la zona, ha admitido él además de intentar escapar de la
responsabilidad diciendo que contaba municiones en el Vto. cuerpo, admitió y
está documentado también, estar a cargo de operativos antisubversivos en la
zona, ordenados por Adel VILAS.
Juan
Manuel BAYON, jefe del departamento III de operación del V cuerpo de ejército,
el único general de los acusados aquí presente, y el generalato en estas
instituciones es el máxima rango al que puede aspirar un oficial, por ello
tiene una connotación especial en este caso BAYON como general y como jefe de
departamento 3 de operaciones al ser indagado por el juez federal en la
instrucción llego a decir que el se ocupada de autorizar casamientos, el jefe
del departamento 3 operaciones, venia de ser el vice director de la junta
interamericana de defensa y cuando se le pregunto qué hacia usted en el Vto.
cuerpo dijo: que autorizaba casamientos. Luego de estar en el
departamento 3 de operaciones fue Director de la Escuela de Guerra, fue
interventor de Misiones, es decir, una persona con un despliegue importante en
termino políticos y militares, políticos en ese contexto dictatorial y que
llegue a decir eso, obviamente es una persona inteligente no es una persona que
pueda llegar a ser abrumada por circunstancia repentina, este es el indicativo,
por el cerco de prueba que existe es tan determinante, que solo le queda
transitar por lo absurdo.
Mario
Carlos Antonio MENDEZ el entusiasta oficial del V cuerpo de ejército del cual
hemos probado en este juicio que fue el ejecutor directo de numerosos
fusilamientos en las calles de Bahía Banca; tanto en Fitz Roy 137 como en
Chiclana 1009 reconocido por un adolescente como la persona que estuvo a cargo
del secuestro y traslado al batallón de comunicaciones de 6 adolescentes
comandando, o al menos una facción el equipo de lucha contra la subversión
durante plena dictadura y de noche obviamente.
Jorge
Aníbal MASSON jefe de una de las secciones de lucha contra la subversión
y no solo un jefe formal sino también alguien que tenía participación activa en
los operativos.
Héctor
ABELLEIRA, si repasamos su conducta, el decía: “esta noche salgo de cacería” y
esa noche secuestraron a Vilma Diana RIAL y a Oscar MEILAN y abandonaron a sus
hijos. Esa conducta que ha quedado comprobada entiendo que determina el sentido
de la acusación.
GONCALVES
reconocido también por sus vecinos en los secuestros.
CONTRERAS
que no está en la audiencia, pero también fue reconocido por los testigos en
los diferentes secuestros.
Ese
repaso de conductas de cada uno de ellos entiendo que constituye un núcleo
probatorio, está probada cada una de esas circunstancias que ya determina el
sentido tanto de la acusación como de la sentencia. Pero el juzgamiento que
está en desarrollo es algo más que una acción particular o incluso excede lo
que suelen ser los juicios orales en otras jurisdicciones, en que se juzga un
centro clandestino. Estamos juzgando una época de esta ciudad, de esta región,
la más oscura que hubo, a partir de estas conductas que fueron constantes
durante toda la dictadura militar.
Estamos
juzgando a los integrantes de las instituciones públicas fundantes de esta
ciudad, esta ciudad fue fundada por el ejército y se está juzgando la comisión
de crímenes contra la humanidad de las estructuras de poder, que queda
graficado con CORRES por ejemplo. Y es el juzgamiento de un poder dictatorial
parcial por que el resto seguramente depende del silencio de estos acusados que
fueron, como le reclamaba La Nueva Provincia, implacables con sus víctimas y
también lo siguen siendo con sus familiares. Estos acusados siguen ejerciendo
la tortura, siguen con el poder que les queda accionando contra las víctimas,
contra sus familiares, siguen callando la información que tiene acerca de que
hicieron con los desaparecidos, que hicieron con los restos de esas personas y
esa es una conducta del poder que les queda, les queda el poder de información
y ese poder residual que tienen para siempre lo siguen ejerciendo contra las
víctimas. No hay ninguna manifestación de dolor que los haya llevado a
reflexionar a cerca de la posibilidad de establecer alguna vía de cese del
dolor, y de dejar de torturar a los ciudadanos. Estas personas siguen
coaccionando, siguen usando la información para que otros ciudadanos sigan
sufriendo, algunos de los padres de los desaparecidos tienen la misma edad que
ellos, se sabe que no queda mucho de vida, estadísticamente no queda mucho de
vida y aun así lo siguen haciendo. Hay personas que llegaron acá como pudieron,
aceptaron sentarse cerca de ellos, un gran gesto pacifico, de civilización, de
educación es decir a los más de 80 años venir y sentarse a un metro de ellos,
volver a contar y seguramente que muchos de esos padres; por ejemplo Elmo
PERALTA ha pensado que estas personas han visto por última vez a sus hijos, han
sido ellos quienes por última vez los vieron, quizás debajo de sus botas o
cargados en el baúl de unos de los autos y vinieron acá para colaborar con la
justicia, pero con la esperanza de que se iba a dar algún paso, que quizás se
de en la certeza de ese conocimiento que necesitan para pasar sus últimos días
con el dolor pero habiendo obtenido una calma a partir de esos datos.
Hace
poco declaró en el juicio oral de Mar del Plata, Martín FRESNEDA hijo de
desaparecido y dijo ante los jueces y los imputados con la misma
responsabilidad que los que hay acá, al intentar explicar por qué quieren saber
donde están, por qué los necesitan. Es una pauta civilizatoria milenaria, y
dijo entonces Martín FRESNEDA; “Nacimos de esos huesos y necesitamos abrazarlos
de nuevo”.
Hay
una necesidad de cercanía material aun con los restos lo explicó acá una de las
científicas del equipo de antropología forense, una necesidad antropológica de
estar cerca de una materialidad en este caso los padres. El hermano de Martín
FRESNEDA, Ramiro FRESNEDA ante el tribunal en ese momento les
exigió a los acusados que si les quedaba algo de dignidad les diga que paso, no
solo con los padres sino también con los hijos de los desaparecidos.
La
fiscalía del mismo modo que lo hizo la querella, entiendo que tiene la
obligación de exhortar a los acusados a que indiquen si es que tienen algún
dato, descartamos que sí. Un jefe de operaciones no puede no tener ningún dato
de esto que ha ocurrido bajo su órbita lo mismo con el jefe de área, lo mismo
con las personas de inteligencia. Es una exhortación obviamente desesperanzada,
no hay ningún indicio de que registren o le den relevancia a los efectos de sus
actos, por el contrario quizás hasta allá algún goce en esa tortura que se
sigue ejerciendo. Pero la fiscalía de todos modos cumple con la obligación de
exhortarlos a que rompan ese silencio, dejen de torturar a los familiares que les
están reclamando el cese de ese dolor y que digan que hicieron con los cuerpos
de tantos desaparecidos de esta ciudad y donde están los hijos nacidos durante
el cautiverio de esas madres. Decía que, es con desesperanza porque estimo que
van a seguir torturando, seguirán mortificando, seguirán agrediendo a los
ciudadanos que han sido siempre sus víctimas y solo harán silencio.
Antes
de pasar a otros capítulos quiero destacar en contraste con las actitudes de
las que ahora somos testigos, del pacto de silencio que sigue férreo, blindado
con cinismo; voy a destacar la enorme valentía y la constancia de los testigos
que han venido a este juicio. Han relatado por enésima vez las vivencias más
traumáticas de su vida, sabiendo que se exponían no solo a examinar cada uno de
los capítulos tenebrosos que tuvieron que vivir sino, que también iban a ser
acusados, hostigados, y lo fueron. Y lo han hecho con dignidad y lo hubieran
hecho en cualquier condición, tienen esa característica han declarado enorme
cantidad de veces. El tribunal en eso ha sido ejemplar, ha brindado el marco de
libertad como para que pudieran declarar y voy a rescatar de la presencia de
centenares de testigos, de sobrevivientes de padres hijos. Hubieran declarado
ante cualquier tribunal como lo han hecho siempre, han sido maltratados en
otras instancias, pero han venido y he notado el esfuerzo que han puesto en dar
cada uno de los detalles de los hechos, eso implica que han legitimado y
consideran que este es un espacio legitimo de justicia y por eso se han
brindado de ese modo, es decir, han dejado, entiendo, después de su testimonio,
latente, una confianza, como ciudadanos, como victimas, como afectados por
estos hechos, han dejado una cuota de confianza porque el poder judicial es uno
de los últimos reductos de esa confianza donde por el contexto con el que han
vivido siempre una enorme presión antidemocrática, dictatorial y cruel como la
que se sigue ejerciendo con la información. Descarto que los jueces tendrán la
sensibilidad suficiente y el registro de lo que significa para estas personas
haber venido a declarar, muchos de ellos tienen las mismas edades que los
magistrados, con lo cual es fácil imaginar lo que ha sido para estas personas
exponerse de ese modo, llorar en público, mostrar quizás culpas que sienten, de
lo tenebroso, y lo macabro de los hechos, que han generado culpa incluso en los
sobrevivientes, y expresar esas culpas en público, insisto, quebrarse
públicamente por algo les ha pasado y hacer el esfuerzo de testimoniar ante un
tribunal en el cual han depositado una confianza como representantes de
uno de los órganos democráticos de la República Argentina.
Entiendo
que la sentencia que resulte de este juicio debe contemplar la entidad ética
que han tenido los centenares de ciudadanos que han venido a declarar. Y
vinieron a declarar en una ciudad en que se les sigue haciendo difícil y que
les fue hostil siempre, incluso amenazados y después de declarar en democracia,
por ejemplo ante los mismos secuestradores, Oscar MEILAN tuvo que declarar ante
IBARRA como testigo que era juez militar, cuando le preguntaron qué uniforme
vio en el momento del cautiverio tuvo la valentía de responder: “El mismo que
tiene puesto usted”.
Esa
es la entidad ética de algunas personas, la valentía que han tenido al momento
de afrontar el proceso de justicia, ellos durante todo este tiempo y también
ante el juicio de las juntas, los hicieron viajar en el mismo medio que
viajaban sus acusadores y aun así han seguido declarando y durante muchos años
los familiares y los organismos fueron los únicos interesados en este
juzgamiento. En estas causas durante los años más duros que siguieron a los
hechos, fueron ellos los únicos interesados en que esto sea realidad. Luego de
algunos años encontraron en la fiscalía, en Hugo CAÑON específicamente, al
funcionario que con la lucidez, la inteligencia y la valentía suficiente puedo
acompañarlos, decidió acompañarlos y ahí entonces fue cuando se lograron los
avances fundantes de este juicio. Y es por ellos; por los familiares, por las
victimas que no han cesado pese a las distracciones sociales, a las urgencias
sociales, no han cesado de marcar que estaba todavía pendiente juzgar estos
hechos. Y lo mismo ocurre con Hugo CAÑON que pese a ser sancionado, presionado,
cercado por las instituciones que integraba, por el poder judicial, decidió
llevar adelante con mucha valentía este proceso que va culminando en este
juicio. Y es por ello que hoy estamos acá y en esta instancia.
Por
último, en esta introducción voy a hacer referencia a la metodología porque
influye en el modo de la prueba, en el modo de valorar la prueba. La
metodología que estos acusados eligieron para los hechos, fue la metodología de
la clandestinidad y el anonimato, es decir, no firmaron las ordenes de
ejecución, directamente ejecutaron y esperaron escondidos en ese anonimato la
impunidad que les ha llegado hasta hoy que debe terminar. Ese era uno de los
modos posibles de hacer las cosas. El 6 de julio de 1976, imaginemos que el
país ya era un gran campo de concentración y mientras los comunicados del V
cuerpo de ejército se difundían en las páginas de La Nueva Provincia con las
versiones falsas de falsos enfrentamientos, con cautivos en los centros
clandestinos.
En
este contexto La Nueva Provincia le pedía a las fuerza armadas que
“Abandonaran la absurda y forzada mentalidad legalistas, realicen
sus juicios sumarios y apliquen la pena de muerte dictada por autoridades
militares”. Esta exigencia de unos de los poderes institucionalizados de la
ciudad fue traducida por un marino amigo de la casa obviamente de la nueva
provincia el capitán Adolfo SCILINGO, quien tenía trato con Federico MASSOT
quien por entonces era el asistente de dirección del diario y
SCILINGO publico después en los 90 lo que decía Federico MASSOT: “Son unos
cagones, tenemos generales, almirantes y brigadieres de papel, no quieren
fusilar , no quieren muertos, no quieren problemas con la iglesia combaten la
subversión sin firmar la sentencia de los muertos, eso les traerá problemas
futuros” les advertía MASSOT y el diario La Nueva Provincia a los
militares.
El
problema futuro que le preocupaba a MASSOT en plena dictadura no es otro que la
actuación de la justicia, la actuación de esta justicia que 35 años después
estamos tratando de hacer realidad en esta sala, en relación a solo un grupo,
insisto, pero un grupo relevante de ideólogos, ejecutores, y planificadores del
terrorismo de estado en esta jurisdicción.