Caso de Oscar
Amilcar BERMUDEZ: fue secuestrado en Viedma el 7 de enero 1977 aproximadamente a las 6:00
horas, cuando iba a su trabajo fue interceptado por tres personas que lo
detuvieron, de sus secuestradores reconoció al comisario FORCHETTI y al
suboficial CONTRERAS. Ambos subieron al camión donde iba circulando BERMUDEZ,
luego de reducirlo FORCHETTI le puso algodones en los ojos, lo vendó y esposó, a partir de allí el camión
fue manejado por otro de los agentes operativos, CONTRERAS. Lo llevaron hasta
cercanías del aeropuerto de Viedma, donde fue llevado a otro vehículo.
Pese a que los
reconoció, tanto FORCHETTI como CONTRERAS le dijeron ser de la AAA y venir
operando desde el sur. Lo pasaron a una camioneta en que lo trasladaron hasta
la guardia del V Cuerpo y de allí llevado a “la escuelita”. Desde el ingreso
mismo, fue torturado e interrogado. El primer lugar donde lo tiran fue al lado
de Oscar MEILAN, a quien pudo reconocer. Tomó contacto allí con Darío ROSSI a
quien BERMÚDEZ recordó preguntando por su esposa Esperanza MARTÍNEZ y su hija
Carola, a quienes no volvería a ver.
Debajo del
camastro donde fue colocado y atado ROSSI, refirió BERMÚDEZ que estaban ÁLVAREZ
y GON.
En las sesiones de
tortura reconoció a “el tío” y “laucha”. Le hicieron firmar papeles en blanco,
y sufrió además golpes, latigazos, simulacros de fusilamiento.
Tanto el secuestro
como la desaparición de BERMÚDEZ fueron atestiguados por Celestino FERNÁNDEZ y
BRINGUE.
En el cautiverio
fue percibido por Oscar MEILAN y MADINA FRESCO. Su salida de ese lugar fue con
VILLARROEL, CRESPO y MEILAN. Fueron amenazados para que no dijeran lo vivido
allí.
A Villa Floresta
llegó el 17 de enero de 1977, al momento de llegar quedó bajo el control
inmediato de Leonardo NUÑEZ, ante quien le quitaron las vendas. Fue puesto a
disposición del PEN el 19 de enero de 1977, dos días después de haber
ingresado, y recién quince días después pudo avisarle a su familia, pese a que
la Dirección del Penal nutría a los servicios de Inteligencia el mismo día del
ingreso.
Noemí BRINGUE,
esposa de BERMUDEZ, dio cuenta de las vejaciones que el personal penitenciario
le aplicaba en las visitas y también de las gestiones que personalmente realizó
ante el V Cuerpo, para saber dónde estaba y cuándo iba a ser liberado, donde
era atendida por DELME, quien firmaba luego las liberaciones. No es casual que
haya sido quien atendía y administraba la información ante los familiares,
sobre todo teniendo en cuenta que él tenía el registro de quién estaba en “la
escuelita”, quién en la cárcel y qué información le daría a los familiares
angustiados.
Esta actuación por
un lado pública y por otro lado secreta de DELME, se complementa con las
declaraciones de los testigos y la documental que se está aportando en estos
alegatos.
Una vez en la
cárcel, BERMÚDEZ estuvo alojado en el pabellón de “presos políticos” o
“internos especiales”. Sometido también allí a sesiones de interrogación y
torturas. NUÑEZ, ayudante de MIRAGLIA en ese entonces, lo sacó de la celda y lo
llevó a su propia oficina, donde fue interrogado primero encapuchado. Refirió
BERMÚDEZ ante el Tribunal que el interrogador era CORRES, el mismo del CCD. Es
decir que durante la jefatura de
MIRAGLIA, los interrogadores del Departamento 2 de Inteligencia tenían la
cárcel y los detenidos a disposición, para obtener algún dato más que quisieran
corroborar. BERMUDEZ fue trasladado a la cárcel de Rawson y recuperó su libertad
el 23 de diciembre de 1978, más de dos años privado de libertad.
Prueba documental:
expte. 12 Y expte.86-4 CFABB y la documentación de Inteligencia, que da cuenta
que desde el año ’71 integraba las fichas de Inteligencia, que primero detectó
que era bibliotecario de la UNS; luego en el 75 fue uno de los cesanteados por
REMUS TETU. Ahí vemos la ficha de Inteligencia de la DIPBA, ya en el ’75 con el
domicilio que tenía en Bahía Blanca (exhibe). Esa cesantía que mencioné es lo
que según relató BERMÚDEZ, lo llevó a radicarse en Viedma para tratar de
resguardar su libertad y su vida. En la misma ficha DIPBA, consta en la Mesa “DS” que en enero de 1977 pasó a disposición del
PEN por una actuación de MONTONEROS en Viedma.
En otro de los
documentos deja de ser MONTONERO para pasar a ser troskysta, puede verse que
había una variación antojadiza de su integración a agrupaciones “enemigas”, de
parte del personal de Inteligencia. En otra ficha es considerado Troskysta, se
desempeñaba en ese entonces como empleado administrativo y se lo vincula con
actividades del ERP. En ese mismo documento se menciona a DEL RÍO y BOMBARA,
por ejemplo. En otra de las documentaciones vemos que el 17 de enero de 1977
MIRAGLIA le comunica al Departamento 2 – Inteligencia, el mismo día que ingresa
BERMÚDEZ (la víctima tardó quince días en informarle a la familia). No era una
comunicación a cualquier organismo, era al departamento a cargo de ÁLVAREZ, con
TEJADA como jefe de división.
Diez días más
tarde de esa comunicación MIRAGLIA sigue enviando comunicaciones a la División
Inteligencia del Servicio Correccional, donde manda fotos y negativos de
“Internos subversivos”, de BERMÚDEZ y CRESPO. En la ficha de la UP4 consta la
fecha del secuestro, el 7 de enero de 1977. la información del día que fue
secuestrado, lejos de perderse y ser una circunstancia ajena al Servicio
Penitenciario, si era una actuación legal debería constar la fecha de pase a
disposición del PEN. Esa fecha era registrada incluso y llegaba a conocimiento
del Servicio Penitenciario.
Sigue siendo
fichado, en el año ’84 lo siguen relacionando con CHIRONI, CRESPO, también allí
mencionan a VOITCUK, STIRNEMANN, GÓMEZ MOLINA. Hubo un seguimiento previo a su
secuestro y posterior a la información arrancada en la tortura.
En la audiencia
BERMUDEZ reconoció a FORCHETTI y CONTRERAS, lo había hecho ya en el ’85 durante
un careo.
En síntesis cierro
el caso diciendo que se acreditaron las circunstancias del secuestro el 7 de
enero de 1977, el traslado a Bahía Blanca, su permanencia en “la escuelita”,
las condiciones de cautiverio, el traslado a Villa Floresta, los
interrogatorios y tormentos que allí le aplicaron, su traslado a Rawson en
abril del ’77 hasta su liberación en diciembre del 78.
Presidencia:
El Tribunal va a hacer un cuarto intermedio de quince minutos.
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