lunes, 15 de enero de 2007

Fernández Stacco: “Lo de la Triple A también fue terrorismo de Estado”

FM de la Calle

Edgardo Fernandez Stacco es militante comunista, matemático y durante la década del 70 fue director del Departamento de Matemática de la Universidad Nacional del Sur. Fernández Stacco fue también, como tantos otros, víctima de la organización terrorista paramilitar subsidiada por el Estado conocida como Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). En octubre de 1974, el matemático recibe una amenaza de esta agrupación, amenaza que se convierte en el primer paso que lo obliga a exiliarse del país.

En declaraciones a FM De la Calle, Fernandez Stacco hizo un repaso de su historia: “Dentro de la correspondencia habitual recibo una carta un poco extraña pero simplemente a mi nombre. La abro y tenía una amenaza escrita a mano firmada por las tres “A” que decía lo que decía habitualmente. Ellos se arrogaban la potestad de juzgar a cualquiera y amenazaban en algunos casos a las personas a que se fueran del país, a otros que serían ejecutados y a otros que cambiaran las actitudes. En mi caso decía que sería ejecutado en donde me encontrara y me acusaban de una cosa que evidentemente nadie podía sostener que era de que yo pertenecía al ERP”.

El también presidente de la Casa de la Amistad Argentino – Cubana afirmó que las amenazas fueron recibidas por varios docentes y personas de Bahía Blanca que inmediatamente se reunieron para ver la manera de cuidarse y salvar su vida: “Casi todos en ese momento se fueron de la ciudad, yo me fui a Buenos Aires pero no podía irme muy lejos porque en esos momentos nació mi segunda hija. Después acepté una oferta que tuve de un amigo de ir a dar un curso a Venezuela y me fui para allá”.

Remus Tetu y la Universidad

Cuenta Fernandez Stacco que en enero de 1975 Remus Tetu asume como rector de la Universidad Nacional del Sur y también de la del Comahue. En aquel momento, Tetu cesantea a más de 200 profesores entre los que se encontraban Fernandez Stacco y su mujer. A partir de allí el regreso al país ya era algo muy difícil por cómo se venía llevando a cabo el proceso. “Obviamente ya no se tenía trabajo y ahí tuvimos la primera sensación de que el asunto iba a ser para largo”.

En otro tramo de la charla, Stacco se refirió la relación que existía entre la Triple A y la Universidad Nacional del Sur: “Era una agrupación paramilitar, paracivil, parapolicial para todo…había reunido a lo peor de la sociedad, con y sin uniforme. Acá en Bahía hubo una persona que no solo me animo sino que lo afirmo que pertenecía a la Universidad que era el rector Remus Tetu. El tuvo como guardaespaldas a Raúl Guglielmineti, actualmente detenido, que tuvo fama bastante triste ya que inició sus primeros “trabajitos” en la huelga famosa de El Chocón”.

Más adelante, Edgardo recuerda unas declaraciones de Remus Tetu en donde reconoce la existencia de la organización terrorista Triple A: “En una conferencia de prensa que hace en Neuquén uno de los periodistas del diario Río Negro -acá hubiera sido impensable que uno de La Nueva Provincia se lo hubiese preguntado- le pregunta si él pertenece a la Triple A, a lo que contesta que no, pero al decir “no pertenezco” esta dando por sentado que la Triple A existía. En la respuesta, Remus Tetu, prosiguió diciendo que si bien el no pertenecía a la Triple A, estos al menos no querían vender al país como lo quería hacer “el marxismo internacional”.

La patota del Rector

En el tiempo de Remus Tetu como rector de la UNS existía todo un equipo de “trabajo” justamente nombrado por Tetu para brindar seguridad en la institución. En realidad se trataba de una patota que oficiaba de seguridad privada del rector y a la cual se la culpa, por ejemplo, del asesinato del estudiante y militante comunista David “Watu” Cilleruelo.

“El nombra para la universidad un equipo de 30 personas justificándose en el hecho de que era un momento muy difícil aunque en realidad era seguridad para él, seguridad privada. El jefe de seguridad era el famoso “Moncho” Argibay, no era personal de planta y había que fijarle los sueldos, y lo hicieron por decreto. Argibay ganaba 5000 pesos y el resto que eran como 30, 4000. A los dos meses también justifica otro nombramiento de más gente, y nombra a un policía que estaba retirado como subjefe. Son cosas de las cuales se desprende que Argibay era el jefe. Argibay supongo que vendría de la parte gremial, yo no puedo afirmar exactamente de dónde venía porque esta gente, la mayoría supongo, no tenían ninguna actividad conocida como trabajadores”.

La impunidad como valuarte

Por otra parte, Edgardo Fernandez Stacco se refirió a la complicidad que existió para que Bahía Blanca sea también sede de operaciones de la Triple A y a la falta de respuestas que existía en aquel momento cuando se intentaba denunciar a esta organización promovida por el estado: “Yo creo que en Bahía Blanca tuvo una sede, hubo montones de atentados en la ciudad, de muertes, lo que pasa es que no está nada investigado, nosotros conocemos mejor el caso de “Watu”. En general, ocurría lo mismo que en cualquier parte del país, se iba a denunciar un caso de asesinato o desaparición y la policía era toda una complicidad, no querían recibir la denuncia y si la recibían, después de bastante esfuerzo, el juez nunca intervenía o lo hacía una semana después. No hacían nada tampoco para esclarecer los hechos, no hay ninguno esclarecido pese a que fueron cuestiones aberrantes”.

Finalmente, Edgardo, sintetizó de algún modo lo que significaba la Triple A como antesala al golpe de estado de 1976: “Esto fue también terrorismo de Estado porque fue organizado desde el Estado. Lopez Rega ya fue condenado de modo que es un caso ya comprobado de terrorismo de estado”.