miércoles, 1 de agosto de 2012

Alegato de fiscalía. 9.3 Acusación a ex militares del “departamento Personal” del Cuerpo V: Hugo Jorge Delmé y Hugo Carlos Fantoni.


doctor CÓRDOBA:
Voy a continuar fundamentando las responsabilidades de cada uno de los acusados en este juicio,  luego de esa fundamentación se continuará con la autoría y tipos penales.
Responsabilidad de los oficiales del EA: hay uno de los departamentos del Estado Mayor del  V Cuerpo que tuvo un mayor nexo con lo que ocurría dentro de las cárceles, no sólo mayor nexo sino también mayor responsabilidad.
Voy a empezar con el Departamento 1 – Personal. Que es la responsabilidad de Hugo Jorge DELME y después de Hugo Carlos FANTONI.
Los oficiales de este departamento intervenían una vez que las personas ya habían sido blanco, primero de Inteligencia y luego de Operaciones.
Esta represión por parte del Terrorismo de Estado se puede dividir en etapas: una primera racional, la actividad metódica de Inteligencia, que obtenía la información, la clasificaba y diseminaba. Hay una segunda instancia de operación, signada por la violencia en apariencia desmedida y avasallante, notoriamente irracional pero dirigida hacia objetivos concretos. Una tercera etapa que vuelve a ser racional, que es la del  Departamento 1 - Personal, que es la faz burocrática del Terrorismo de Estado.
Toda esa violencia de las operaciones que hemos escuchado por parte de los testigos y de las víctimas, tenía una instancia de racionalización, en el registro constante e inventario continuo del resultado de esas operaciones.
Cada una de las personas secuestradas era registrada por el personal del Departamento 1. Cada uno de los movimientos dentro de los CCD, los traslados sea a la cárcel, la muerte o la desaparición, la libertad en algunos casos, eran registrados por estos oficiales. Por eso digo que constituía la racionalización mecánica del Terrorismo de Estado: el registro de cada una de las disposiciones adoptadas. Y no sólo el registro, que podría interpretarse como una actividad meramente administrativa o neutral, sino también a partir de esa posición burocrática, una capacidad de decisión acorde al nivel encumbrado que tenían estos dos oficiales concretamente.
Dentro del esquema del V Cuerpo de Ejército vemos en pantalla la línea de mando que estaba sobre cada uno de estos acusados: el Comandante de Zona V era ASPITARTE, el Segundo Comandante –a su vez Comandante de Subzona- era CATUZZI, y por debajo de él  FANTONI como Jefe del Departamento –esa era la cadena de mando por donde transcurrían y a su vez emitían las órdenes-, por debajo de él los oficiales a nivel de Jefatura de División FARÍAS BARRERA y como Jefe de Registro y Enlace, Hugo DELME.
Por debajo de ellos venían las instancias operativas y de ejecución concretas.
Esta faz burocrática de la represión cumplió las notas de toda burocracia, aplicada al Terrorismo de Estado.
Fue precisa: registraron cada dato, cada alias, cada fecha de secuestro, cada día que pasó la víctima en el CCD, cada traslado que hubo.
Fue veraz: fue producida mientras eso ocurría, era contemporánea a cada uno de estos hechos.
Fue regular y constante, y plasmó la actividad de este Departamento, la división prefijada de estas tareas represivas, con la división jerárquica, los procedimientos regulados y los enlaces ya acordados entre los propios departamentos del Estado Mayor y con otras instituciones, como el Servicio Penitenciario.
La actividad de estos acusados, tanto DELME como FANTONI, tenía por objeto de ese registro no ya  cosas, sino cautiverios y muertes. Era el registro de quienes estaban al lado de ellos y sobre quienes decidían.
Tuvo el correlato en la eficiencia que tuvo el Terrorismo de Estado: una maquinaria que no tuvo errores, nunca liberó a alguien por error, una maquinaria que tomó decisiones a partir de la información que enlazaban estos oficiales. 
Insisto que en los testimonios escuchados, muchos relatan sobre este registro o inventario. Hoy hablamos de un registro, pero cuando algún familiar le preguntaba a DELME por GIORDANO o ROMERO él consultaba ese registro, mientras que a metros de ahí, esas personas seguían respirando y seguían cautivas. Esto da la dimensión de lo que ocurría entonces.
Lo mismo ocurre con PARTNOY y SANABRIA, cuando preguntaban por ellos sus familiares o allegados y él decía “no están acá, y son MONTONEROS peligrosos”, no sólo estaba mirando un cuaderno, estaba haciendo un bloqueo y atrás de él, estaban los cautiverios de estas personas todavía en marcha.
Era la manifestación burocrática del Terrorismo, pero no solo eso, DELME acometía contra las familias que quedaban ante su presencia, reducidas a seres atemorizados, que terminaban decidiendo no ir más ante el horror y el espanto que les causaba este oficial. Veamos quién era entonces DELME al momento de ejecutar estos hechos:
7.- Hugo Jorge DELME: nació el 15/11/36 en La Plata, es coronel retirado del EA. En los ’80 fue beneficiado con las leyes de impunidad –concretamente con la ley de obediencia debida-.
Al momento de llegar a Bahía Blanca, era un oficial con aptitud de Inteligencia y capacitado como auxiliar de Estado Mayor. Había hecho en el ’66 el curso de Inteligencia para oficiales, es decir que tenía una capacitación específica para esta área central en la represión, y aprobado en el ’75 el curso de Auxiliar de Estado Mayor. Es decir que tenía la capacitación formal para desempeñar ese cargo. Por otra parte, había participado ya en la lucha contra la subversión, en el “Operativo Independencia” en Tucumán, la primera avanzada del Ejército sobre la población. En esas condiciones llegó a Bahía Blanca y cada una de esas notas características de su formación, se notaron al momento de accionar desde la División Registro y Enlace.
Vemos en su legajo de servicio que llegó el 15/12/76 a Bahía Blanca, al Comando del V Cuerpo de Ejército. Él pretende que se le compute el 9/2/77 pero consta en su legajo que pasa a prestar servicios el 15/12/76, por esta fecha se lo acusará. Sobre él tenemos la línea de mando: fue calificado con puntaje perfecto por CATUZZI y por el Jefe FANTONI. Estas eran las personas que le impartían órdenes y controlaban su cumplimiento.
El 16/10/77 DELME con el grado de mayor, continúa como Jefe de la División Enlace y Registro, debajo de esa imagen se ve que continúa en el mismo grado y destino, calificado con puntaje de 100 por el Jefe de Personal Hugo Carlos FANTONI. Siempre considerado uno de los pocos sobresalientes para su grado. No tiene sanciones en este período. En el ‘86 llegó a ser Jefe de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército, antes de retirarse por las investigaciones sobre violación a los derechos humanos, que ya lo tenían como imputado.
En su indagatoria, DELME dijo: “Jamás en mi vida desprecié o me desempeñé con desprecio por la vida o derechos humanos”. Negó toda participación en los hechos. Describió de modo falso su operatoria: dijo que se enteraba de los secuestros por dichos del director de la U4. Dijo que el director del Penal le informaba si había habido una operación, que él le avisaba a FANTONI y luego el director le transmitía la causa de su detención. Vamos a ver con documentación que eso era inverso. Afirmó que nadie fue privado de su libertad por las listas que él tenía, que se confeccionaban después.
La confección no es después sino durante los cautiverios, como vamos a ver, lo que cambia la repercusión de sus conductas.
Una sola víctima –BOHOSLAVSKY- dijo que fue secuestrado y llevado a la cárcel, todas las demás hicieron el camino inverso: pasó primero por los cuarteles, ahí eran registrados por DELMÉ y luego derivados a la cárcel. Es absolutamente inverosímil que la fuente de su información haya sido la Unidad 4.
DELME dijo que CATUZZI le ordenó que dos días por semana recibiera a los familiares y les dijera todo lo que sabía; que a veces consultaban por personas que no estaban en las listas y se lo informaba a los jefes, y que nunca supo de detenidos clandestinos.
Hay en la causa un recibo firmado por DELME, donde entrega elementos a los familiares de PARTNOY, elementos secuestrados en la violación de domicilio de calle Canadá. Ante ello DELMÉ dijo que eso era muestra de su cristalina actuación, porque él suscribió ese documento; y si hubiera sabido lo que le ocurrió a PARTNOY sería un comportamiento absurdo. La Fiscalía sostiene que es un comportamiento ilícito, no absurdo, comprobado por su propia firma que no ha desconocido.
Luego dijo que como PARTNOY había sido trasladada el 25/4 a la cárcel, el suscripto haya tomado medidas propias de la División Registro y Enlace. Allí sí la Fiscalía coincide porque PARTNOY estaba en el CCD “la escuelita” como quedó probado. Dijo que no recordaba el  trato con los familiares de PARTNOY. Los familiares sí  lo recordaron.
DELME mintió cuando dijo que los traslados de los detenidos eran autorizados por el Ministerio del Interior y ejecutados por el Servicio Penitenciario Federal. Hay documentación y la hemos visto que esos traslados fuera de jurisdicción, por ejemplo a Rawson, eran ordenados por FANTONI y que él mismo DELMÉ les daba forma a esas órdenes, fijando el tiempo y modo de los traslados. Es falso que haya sido en esferas ajenas a su propia actuación.
Dijo que la División Registro y Enlace no tuvo incidencia en los traslados: esa documentación ya fue exhibida.
La Fiscalía fundamenta su responsabilidad en la jefatura de División que ejerció, desde allí recibió y transmitió  órdenes y actuó en el plano inmediatamente inferior a FANTONI.
Esa actuación está claramente detallada en el reglamento RC330 donde dice que había una responsabilidad primaria del Departamento 1 en todas las cuestiones relacionadas con los individuos bajo control militar, tanto amigos como enemigos, militares o civiles. La tarea asignada era administrar esos prisioneros: reunirlos, clasificarlos, internarlos, separarlos, custodiarlos, castigarlos evidentemente, y eventualmente liberarlos o decidir qué hacían con ellos.
Esto significa que, ya sea cumpliendo órdenes de FANTONI o impartiendo órdenes propias en su ámbito de libertad, tuvo injerencia directa en los hechos.
La función era clara: a partir que alguien ingresaba en cautiverio empezaba la actuación del Departamento 1. Las condiciones de cautiverio ya fueron probadas en cada uno de los casos, los actos lesivos a los derechos humanos en cada uno de los cautiverios también y la injerencia de oficiales del Estado Mayor del V Cuerpo también fue mencionada cuando se desarrollaron los casos. Eso implicó el confinamiento en CCD con la finalidad de reducirlos y arrancarles la información que tenían, de interés para seguir con la represión. 
En cuanto a su rol como oficial de Registro y Enlace, era posterior a los secuestros pero durante su ejecución. Como oficial de registro fue indispensable, porque solamente mediante su tarea constante y regular, mediante la administración de esa información, él y los demás oficiales podían ejercer el control y podían operar sobre esas personas, esa información fue central en el momento del destino final de las víctimas.
En cuanto a su función como oficial de Enlace, el art.3046 del RC330 le asigna al oficial de Enlace, o sea DELME, mantener un intercambio de información continuo y promover la cooperación y coordinar el esfuerzo entre dos o más comandos mediante el contacto personal. Tiene un rol operativo dentro de las órdenes que circulaban. El art.10030 puntualiza que la actuación del oficial de Enlace es la unidad de propósito y acción entre elementos de las FFAA, superiores e inferiores, y entre fuerzas de apoyo. El ámbito incluía no sólo el Ejército sino otras fuerzas. Eso explica su presencia en la cárcel y su continuo nexo con el Servicio Penitenciario.
El Reglamento 83 de Operaciones contra la subversión urbana, en materia de comunicación, exige el mantenimiento de enlaces, entre comandantes y los elementos dependientes, entre los elementos de seguridad y las unidades más próximas, entre los oficiales de operaciones y los de inteligencia, entre los oficiales de logística también en sus diferentes estratos, y entre elementos militares y civiles en su mismo nivel. Ese es el ambiente de enlace de DELMÉ: es un punto de articulación central en el funcionamiento del aparato represivo y sin descartar, obviamente, las relaciones horizontales que existen en todo Estado Mayor. Porque esa línea de mando pasando por FANTONI y DELME, admitía y eran necesarias las relaciones de horizontalidad. No hay posibilidad de que la jefatura de DELME haya sido un compartimiento estanco, a nivel de Operaciones (PAEZ o BAYON) o de Inteligencia (TEJADA o ÁLVAREZ).
El Reglamento 330 habla que los oficiales de Estado Mayor son una sola entidad militar que tendrá un único propósito: el cumplimiento de la misión –la lucha contra la subversión-.
Otra función de DELME  era el nexo y bloqueo de información con los familiares de las víctimas. En esta tarea es donde más ha sido mencionado, más allá de la autoría mediata, y fue esencial para el éxito de la misión criminal. Las operaciones y su resultado debía ser  clandestina y  la información dosificada. El objetivo fue el desgaste, el bloqueo y la obturación del esfuerzo de todos los familiares en la búsqueda de las víctimas de las operaciones, y estuvo dirigida directamente contra los familiares que se animaban a llegar al V Cuerpo.
Esto aseguraba la clandestinidad y el status de desaparecido.
El bloqueo es un dispositivo esencial del Terrorismo de Estado. Había un despliegue descomunal en las calles de Bahía Blanca, una decidida publicación de las operaciones, a esa instancia pública seguía la negación. Había una toma de la ciudad y a la vez la negación. Primero se mostraban, se desplegaban y torturaban incluso en las casas. Luego aparecía DELME y decía “todo eso no ocurrió, no tenemos a las víctimas, no secuestramos gente, acá  no hay nada, no nos dedicamos a eso”. Fueron conductas concretas de este oficial del Departamento Personal.
Fue central en la extensión del tormento al entorno familiar, mediante esa mortificación y denigración, y el amedrentamiento cuando perdía la calma, atemorizando a quienes iban a reclamar.
Así vemos en el caso BOSSI, hubo referencias que en una segunda reunión, les informó que era un cabecilla MONTONERO, muy buscado en Mar del Plata, y que por transitividad la esposa de él también lo era. Que los MONTONEROS eran grandes simuladores, que los conocía por haberse metido en la celda y les había visto la verdadera cara. En una tercera entrevista les dijo que conocía a los MONTONEROS de su lucha en Tucumán.
María Susana BOSSI dijo que DELME mostraba siempre un odio furioso hacia MONTONEROS y ante ello no pudieron seguir yendo. Eso también fue avalado por LAURITO y TRAVERSO.
DELME en el ’86 tuvo otra valoración, dijo que mantenía informados a los familiares, concertaba entrevistas y que trataba de contener la angustia y zozobra de éstos al conocer las actividades que se atribuían a sus parientes. Asumió que la información al respecto la tenía él y se encargaba de comunicársela a los familiares. Está claro que el desaliento y zozobra no era por las acusaciones sino por la propia actuación de DELME. Si hubieran sabido quién era esta persona y el ámbito clandestino en que actuaba, su temor hubiera aumentado.
CHABAT dijo que cuando DELME la vio en la cárcel comentó cómo había cambiado, pese a que ella no lo conocía. La única situación en que CHABAT pudo haber sido vista por DELME, fue cuando ella estaba con los ojos vendados.
A la madre de CHABAT, DELME le exhibía una carpeta con folios y le leía información de Inteligencia, donde decía que había participado en reuniones y atentados. Es decir que tenía acceso a información de Inteligencia.
CEREIJO dijo que DELME en esas entrevistas que tenían los padres, vinculaba a LOFVALL con determinados hechos subversivos, y que permanecía inmutable. Hemos visto el documento de despliegue de acción del Ejército, idéntico al relato que se escuchaba a DELME en esos días, también accedía a esa documentación secreta.
Cuando DELME era consultado por los detenidos en “la escuelita” eso le producía un gran enojo, le molestaba.
ALOISI dijo que DELME los trataba como si no fueran humanos. Luego de haber hecho más de cien consultas dejaron de ir.
En el caso  SAMPINI, mantenía la clandestinidad de esa desaparición que todavía persiste, diciendo que había sido liberado y mostraba un supuesto documento donde había una  firma que atribuía a SAMPINI.
La madre de PARTNOY recibió de DELME la cartera de su hija, medias y una lista de pertenencias secuestradas. Esa era la actividad de ese oficial del Departamento 1, a eso habían reducido su actividad.
En esa entrevista le adelantó que iban a ser trasladados, pero pasaron dos meses hasta que ocurrió. Tenía tal dominio del hecho que sabía por anticipado lo que ocurriría, sin que los familiares pudieran hacer algo.
Esto fue corroborado por la propia Alicia PARTNOY y su madre dio cuenta de la actuación de otro de los oficiales del Departamento 1 –FARIAS-, quien ya fuera condenado por haber cumplido esa misma función, por cumplirla en la Brigada de Neuquén. En esa condena confirmada por la CNCP destacó la posición de privilegio que ocupaba en la cadena de mandos, el carácter de “cara visible” del Ejército frente a la comunidad, y haber sido un eslabón fundamental del plan. La Cámara tuvo en cuenta las declaraciones del general SEXTON, quien dijo que en principio el comandante, segundo comandante y el Jefe de la División Registro y Enlace podían tener acceso a esa información. Esto es relevante al momento de evaluar la incidencia de las conductas de DELME en términos de responsabilidad criminal.
El conocimiento del oficial de Registro y Enlace tenía, implica una participación activa en los hechos en juzgamiento.
Otro de los casos en que queda claro el acceso a la información y la decisión que tenía DELME, es el caso TRIPODI. Ella dijo que cuando fue liberada del CCD fue a preguntar por GON y una vez frente a DELME le preguntó también por FERRERI, un desaparecido. Que DELME abrió un libro, hizo un gesto y lo cerró, ella interpretó que FERRERI estaba muerto. El continúa desaparecido. Es decir que DELME disponía de un registro no solo de los detenidos, sino también de aquellos  sobre los que se disponía su desaparición.
La esposa de HIDALGO, CAGOSSI, fue a hablar con DELME y este le dijo que se lo investigaba por su relación con el hermano, que para entonces había sido ultimado. También le hizo referencia que habían encontrado una carta en la casa del cuñado, es decir, tenía conocimiento de cada circunstancia.
Otras referencias de intervención de DELME, es en los casos FASSIA, RIAL, BERMUDEZ, CRESPO, MIRAMONTE (a quien DELME le decía que olvidara lo que había pasado), COLOMA, PEREYRA, YOTTI, CORSUNSKY su intervención es interminable.
Esta actuación incluyó la transmisión y emisión de órdenes fundamentalmente respecto al paso del CCD al Servicio Penitenciario. DELME firmaba las órdenes, autorizaba quién podía visitarlos, comunicaba las puestas a disposición del Poder Ejecutivo, ordenaba los traslados, incluso la expulsión del país.
Las constancias de esta participación, van desde la orden de continuar la detención en la UP4, allí vemos una de esas ordenes, dirigida al director de la cárcel. Ese documento solo refuta todo lo dicho en su defensa al respecto por DELME. Era el quien como mayor y Jefe de la División Enlace y Registro, comunicaba al director que había delincuentes subversivos que tenían que seguir detenidos en la U4, en este caso Eduardo MADINA que declaró ante el Tribunal.
En este documento del 14/4/77 (exhibe en pantalla) ordena que diferentes víctimas vinculadas con el caso  MUSSI, permanezcan en la U4.
Hay otro documento del 21/4, y que también nos da cuenta de otras de las injerencias que tenía DELME, ahí está remarcado en rojo, le ordenaba al director de la U4 “comunico que los detenidos podrán ser retirados por la Brigada de Investigaciones para su interrogatorio”. La vía libre para las torturas e interrogatorio las habilitaba DELME por escrito.
Hay otro documento sobre GAITAN y Susana Margarita MARTÍNEZ de GAITAN, ordena la internación en la U4 a disposición de autoridad militar.
Comunicaba números de decretos de un interno, acá tenemos la fase más burocrática de actuación. Obviamente que había realizado todo el procedimiento anterior y tenía conocimiento previo, se refiere en este caso a MADINA, en 3/77. En mayo del 77 seguía con la misma actividad (exhibe).
Autorizaba que alguno de los detenidos en la U4 realizara alguna gestión, todo debía pasar por su control o autorización, en este caso que un escribano se presente ante MEILAN, estableciendo las condiciones. Esto en 2/77.
Aquí una orden de traslado que emite DELME.
Está resaltado en verde “de orden del Comandante de Zona V”, a nivel de Jefe de Zona, organizada para la lucha contra la subversión. Traslado de JAIME de la U9 a la U4. Lo que da cuenta del despliegue más allá de esta jurisdicción, aunque él en su indagatoria dijo que era resorte del Ministerio.
El 13/10/77 ordena el traslado de DAMIANI a la U2 de Villa Devoto.
Lo propio hace con SIERRA y VILLANUEVA, quienes también habían estado secuestrados en “la escuelita”. Ahí comunica la autorización solicitada. Dice: “Comunico al director de la cárcel que se autoriza el traslado de los detenidos ante el Juez MADUEÑO”. El se atribuía más autoridad que el Juez Federal, el autorizaba la presencia de las víctimas ante el Juez.
Otro de los aspectos relevantes de la conducta de DELME, es que ordenaba las liberaciones, nada menos que lo que implicaba el fin del cautiverio, que para algunas personas significaba salvarse de la muerte. Vemos este documento de 2/77, una orden de liberación de parte del Comandante de Subzona 51. Lo propio en junio ‘77 en el caso de “Bracco”. Tenemos otro documento del 30/12/77 en el cual ordena la libertad de Susana Margarita MARTÍNEZ. Lo propio hace con LARREA en noviembre del ‘77 y nos sigue dando cuenta de su actuación.
El documento referido a FLORES RIQUELME, comunica la expulsión de la República Argentina de la nombrada.
Queda demostrado entonces que el poder de DELME excedía en el contexto del Terrorismo de Estado,  ordenaba estas medidas, no solo era el instrumentador de esas órdenes, en su ámbito de libertad las hacía propias.
Tuvo participación en los “cónclaves”, que es una forma también de disponer de esos cautiverios. Su paso por el CCD era condición constante en cada uno de estos hechos.
Esta relación con el CCD va más allá de la comprobación documental, es imprescindible que alguien registre la actividad en los mismos, sino habría disociación entre las actividades clandestinas y caóticas de los CCD y las organizadas del Departamento. Las calificaciones que surgían en los “cónclaves” decidía la suerte de los detenidos, por años, como en los casos MEILÁN y CRESPO. Él admitió su participación en los “cónclaves” aunque pretendió que lo hacía sólo brindando información, aunque no dijo de dónde la sacaba.
CATUZZI dijo que  DELME era el encargado de pedir los vehículos a la cárcel para el traslado de los detenidos. Ahí tenemos otra referencia a la actuación cercana a los CCD.
Por todo ello solicitaremos su condena.
Esta documentación que hemos visto está referida al paso de los secuestrados hacia la cárcel, la continuidad de su privación de libertad. DELME con su actividad, y el Departamento 1 en concreto, tenía la llave de salida del CCD. Ahora bien, lo que también integra el ámbito de actuación, son las disposiciones y el registro de las desapariciones y la muerte, por lo cual también debe ser condenado Hugo Jorge DELME. No solo como el enlace más visible, sino también como el enlace que implica la desaparición, la muerte, incluso el fusilamiento de algunas víctimas.
Pasaré ahora a desarrollar la responsabilidad de su jefe.
8.- Hugo Carlos FANTONI: Nació el 13/2/29 en La Plata, es coronel retirado del Ejército Argentino y fue Jefe del Departamento 1 – Personal, desde el  1/1/77 al 9/1/81.
Al ser indagado en Primera Instancia se negó a declarar, y lo mismo hizo ante este Tribunal.
Al llegar al V Cuerpo llevaba varios años como oficial de Estado Mayor, desde el ’70 había sido auxiliar del Departamento de Operaciones en el Comando de la Brigada VI de Neuquén. Había sido Jefe de Inteligencia de ese comando, integrado por ASPITARTE y PALADINO, quien luego fuera jefe de la SIDE y responsable del CCD “Automotores ORLETTI”. En el ‘73 pasó al Comando del V Cuerpo, fue jefe de la   División Marco Regional, del Departamento 2, compartió con ALVAREZ. Hemos visto la documentación de seguimiento de víctimas en ese período, procedente de ese departamento. En el ‘75 pasa desde Inteligencia hacia el departamento 1. El 19/2/75 pasa a ser Jefe de la División potencial humano y personal civil. En el ‘76 tras haber estado destinado a la Escuela de Guerra, regresa primero como Jefe de Arsenales y luego la Jefatura del Departamento 1 – Personal. Tenemos dentro del V Cuerpo una carrera ascendente, continua, y la asignación de responsabilidades cada vez más encumbrada, una vez desplegada la lucha contra la subversión.
Fue calificado como vemos en pantalla por quienes le transmitían las órdenes: VILAS, CATUZZI y ASPITARTE, esa era la cadena de mando. Lo calificaron con el máximo puntaje.
La responsabilidad fundamental de FANTONI viene a partir de su lugar expectante dentro de la cadena de mandos, al más alto nivel del Comando. Surge tanto del Consejo de Defensa 1/75 donde el Ejército asume la responsabilidad primaria en la ofensiva contra la población; de la Directiva 404/75, y además hay disposiciones concretas sobre el rol del G1 (tal la denominación del puesto de FANTONI).
El RC330 disponía que el Estado Mayor asista al Comandante y Segundo Comandante, que el Jefe de Personal sería el principal miembro del Estado Mayor, y tendría responsabilidad primaria sobre militares y civiles, amigos y enemigos. Dentro de su ámbito estaba lo atinente al Consejo de Guerra. El PON 24/75 facultaba a FANTONI como Jefe de Personal para intervenir en ese ámbito: G1 designaba el lugar de detención provisorio de las víctimas. Tenemos ahí la injerencia directa, definía en caso que el primer lugar de detención estuviera colapsado, un lugar alternativo. Sobre sus víctimas ya vimos el lugar que FANTONI asignaba a los mismos. Asimismo FANTONI recibiría del jefe de fracción de la fase operativa, un informe de lo realizado y dispondría el traslado de las víctimas. Por eso aparece su firma. Ese mismo plan de operaciones disponía que si el Jefe del Destacamento de Inteligencia disponía el cambio del lugar de alojamiento, el Jefe de Personal decidiría adonde.
En cuanto a los efectos secuestrados, robados en los domicilios, ese PON disponía que los tendría en primer lugar el personal policial, y cuando se efectivizaba el traslado de la víctima, pasaba a disposición del Departamento 1.
Ese PON decía que la libertad de las víctimas, dependía del análisis y consideración que no habría ya causa que justificara la continuación de la detención. El mérito de esa continuidad pasaba por FANTONI.
Le ordenaba ese PON que el Destacamento de Inteligencia informaba a Personal sobre el registro de operaciones.
También el  Reglamento de prisioneros de guerra, RC158 en el punto 2005, dice que el jefe de personal tendría la responsabilidad de coordinar y supervisar el manejo de prisioneros de guerra y civiles internados, las víctimas en este juicio caían bajo la decisión de FANTONI. Designar el lugar donde debía estar alojada importa las condiciones de detención, determinadas por estos oficiales.
FANTONI tenía responsabilidad jerárquica por los hechos de sus subordinados: los hechos de DELME importan la responsabilidad mediata de su superior, quien tenía la facultad de supervisar, corregir e impartir órdenes a su subordinado.
Lo propio ocurre no sólo con DELME, sino también con el otro oficial FARIAS BARRERA, quien el 15/12/76 pasó a revistar allí. Vemos que en  esa nota firmada por un subordinado directo de FANTONI, se ordena la entrega de un detenido. Está dirigida al director de la cárcel: “se entregue al detenido Mario Rodolfo CRESPO al oficial inspector Jorge Atilio ROSAS.”
FARIAS BARRERA fue mencionado en el caso PARTNOY, también importa la responsabilidad de FANTONI.
La actuación de estos oficiales de Personal es idéntica en cada uno de los departamentos militares del país, relacionada con la disposición de las víctimas a partir de la información de Inteligencia y la realización de los “cónclaves”: importa descartar absolutamente que el Estado Mayor del V Cuerpo fuera un órgano consultivo, sino que era un órgano operativo, que actuaba y tenía injerencia y participación en cada uno de los hechos. La documentación que ha aparecido en los archivos secretos de Prefectura, Gendarmería, DIPBA, y la propia de VILAS da cuenta que el Estado Mayor no fue desplazado por otro Estado Mayor especial, sino que su tarea fue relevante. No hay ninguna prueba del desplazamiento  de estos oficiales encumbrados, a otras funciones irrelevantes, con las que pretenden deslindar responsabilidades. Pretenden atribuirse responsabilidades en planificaciones de un supuesto conflicto con Chile, por ejemplo. Esta documentación prueba lo contrario: que tuvieron participación relevante en cada uno de los hechos en juzgamiento.
Hay un acontecimiento que pone de relieve el ámbito de actuación de FANTONI: es una reunión con ASPITARTE, ALVAREZ, DE PIANO y FANTONI donde se trató el falso enfrentamiento del 13/4/77 en que fueron ultimados IZURIETA, GIORDANO, ROMERO y YOTTI. Ese era el ámbito de actuación, además de los Consejos de Guerra especiales.
Otra de las facetas relevantes que tenía el Departamento 1-Personal, era la disposición de los cadáveres que serían llevados a los lugares donde aparecerían, según se ve en pantalla: Se ve como el Departamento 1 Personal dispone del cadáver de COUSSEMENT y otro de sexo masculino. Dice que se proceda a dejar constancia sobre la entrega de cadáveres al nosocomio. La persona era fusilada y luego el cadáver era entregado por disposición del Departamento 1. También ocurre con los cadáveres de PERALTA  y GARRALDA, como se ve en pantalla.
Esas disposiciones son durante el periodo inmediatamente anterior de FANTONI, pero la continuidad de cargo y actuación, esos dos principios disponen que al asumir la Jefatura, FANTONI asumió el ámbito de incumbencia de cada uno de los roles.
Referido a los “cónclaves”, tenemos que eran integrados por los miembros del Estado Mayor -según lo dicho por MANSUETTO y TEJADA en sus declaraciones- .
En el cónclave 22 referido a Elmo SIERRA se da cuenta de su participación;  hemos visto en los casos de MEILAN y otros, dimos cuenta de conclaves consecutivos. Da cuenta de su presencia en los pasos sucesivos.
El Departamento 1 se encargó de todo lo concerniente, tanto al traslado de las víctimas, como la continuidad de la privación ilegal de la libertad; comunicaba también los ingresos a la UP4, y no el camino inverso según DELME. Aquí vemos otra documentación el 25/4/77 firmada por FANTONI, ordena la internación en la UP4, sobre la recepción de SANABRIA y PARTNOY. Le comunica la orden que los causantes deberán encontrarse incomunicados y no podrán recibir visitas hasta nueva orden. El cautiverio se produce con continuación en la  UP4, FANTONI ordena que las condiciones de cautiverio continúen fuera de los cuarteles.
Esta orden que contiene también esta lista firmada por FANTONI, dispone una serie de traslados a Rawson, conforme las órdenes impartidas por el Comando del V Cuerpo. La oportunidad del cumplimiento de esa orden sería impartida verbalmente por su subordinado DELME; así  se ve la cadena de mando.
Estos son sucintamente los fundamentos de la acusación contra FANTONI: es responsable de la totalidad de los tormentos de las víctimas en los CCD, que él definió que debían estar allí, que hizo ejecutar y que controló el cumplimiento de cada una de esas circunstancias por parte del personal subalterno, directa o indirectamente.
Una aclaración para FANTONI y también para BAYON: como Jefes de Departamento son responsables a nivel de Zona de seguridad (subzonas 51, 52 y 53), son responsables de todas las operaciones y actividades del Ejército no sólo en Bahía Blanca, sino en Neuquén, Comodoro Rivadavia.
Ese ámbito de injerencia da cuenta de la responsabilidad de estos oficiales.
Voy a pasar ahora a los oficiales de Inteligencia, solicito cinco minutos de cuarto intermedio.
Presidente: se concede el cuarto intermedio.
Finaliza el cuarto intermedio.

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