La abogada Mónica Fernández Avello, en nombre de la Secretaría
de Derechos Humanos de la Nación, pidió
penas de prisión perpetua para 14 represores bahienses.
Por Diego Martínez
"La Patria no hace al soldado para que la
deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar
de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se
sostiene". La frase del general San Martín la recordó ayer la abogada
Mónica Fernández Avello, en representación de la Secretaría de Derechos Humanos
de la Nación, como cierre del alegato en el que pidió penas de prisión perpetua
para catorce de los 17 militares, policías y penitenciarios juzgados por
delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca. "Por la memoria y la verdad.
Por los compañeros y compañeras detenidos desaparecidos y asesinados, en
especial por las víctimas del Quinto Cuerpo de Ejército y sus familiares,
solicito que se haga justicia", concluyó con la respiración entrecortada.
Siguió un silencio de tres segundos y un aplauso del centenar de personas
presentes en el aula magna de la Universidad Nacional del Sur. El juicio al
primer grupo de represores bahienses seguirá el martes con el alegato de los
fiscales federales Abel Córdoba y Horacio Azzolín, a quienes acompañará en la
última etapa del juicio el fiscal federal Félix Crous.
Los acusados
transpiraban mientras Fernández Avello desmenuzaba sus responsabilidades. Del
general Juan Manuel Bayón, ex jefe de operaciones, quien sugirió la existencia
de un Estado Mayor paralelo bajo el mando del fallecido Adel Vilas, explicó que
era "hasta irritante pensar que en una organización piramidal como las
fuerzas armadas un comandante pueda modificar a su antojo la relación
funcional" establecida por los reglamentos militares.
Sobre el mayor Hugo
Delmé (foto), hombre de crucifijo en pecho, destacó el cinismo de prestarse a recibir
y negar información a los familiares de las víctimas secuestradas en La
Escuelita, a metros del comando. Una tarde al mayor Arturo Palmieri, que murió
impune, reconoció tácitamente la ejecución sumaria de cuatro pibes de Punta
Alta, se largó a llorar y desde entonces dejó de recibir a padres y hermanos.
Delmé en cambio repitió durante meses que la guerra implicaba "matar o
morir" pero negó la existencia del centro de detención que "conocía
hasta el soldado más raso", recordó la abogada, mientras el coronel se
secaba la frente. Del teniente coronel Osvaldo Páez, abocado al dibujo durante
el juicio, dijo que "miente descaradamente". Páez fue reconocido por
un sobreviviente como el hombre de voz calma y cejas gruesas que mientras lo
picaneaban le decía "no sea boludo, no se haga golpear mi'jo". Del
entonces subteniente Jorge Aníbal Masson recordó que "iba a la mayoría de
los operativos" y volvía exitado, según contaron ex colimbas. Masson
negaba con la cabeza.
La abogada
de la SDHN pidió perpetua para los cuatro y para los oficiales Jorge Mansueto
Swendsen, Walter Tejada y Hugo Fantoni, para los ex miembros del Destacamento
de Inteligencia 181, Norberto Condal, Carlos Taffarel y Jorge Horacio Granada,
para el ex "loco de la guerra" Mario Carlos Méndez, y para los
policías Vicente Forchetti, Héctor Goncálvez y Horacio Avelleira. Para los
penitenciarios Andrés Miraglia y Héctor Seleya y para el policía Carlos
Contreras pidió 20 años de prisión.
"La
Patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas
para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los
ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene", citó la abogada al general San
Martín, presente en el aula magna de la UNS desde un enorme mural a la izquierda
de los acusados. “La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta cuando es
creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al
gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más
insolentes con el mal ejemplo de los militares. La Patria no es abrigadora de
crímenes".
1 comentario:
Diego: comparto una nota que publiqué en la revista en la que escribo, Hamartia, sobre Hugo Delmé a quien tuve la desgracia de conocer. Tomé de tu blog la foto porque así es como lo quiero recordar, preso. http://hamartia.com.ar/2012/09/14/mi-relacion-con-un-genocida/
Publicar un comentario