Por D.M.
El
arzobispo de Bahía Blanca, Guillermo José Garlatti, fue procesado ayer
por el encubrimiento agravado del ex capellán Aldo Vara durante los ocho
meses que estuvo prófugo de la Justicia. El juez federal subrogante
Alvaro Coleffi consideró probado que Garlatti omitió informarle sobre el
Fondo Integral de Solidaridad (Fides) que el arzobispado le siguió
pagando a Vara mientras el Estado ofrecía una recompensa para capturarlo
y que ocultó también otros datos útiles para la búsqueda, descubiertos
en el allanamiento a la Curia. El magistrado sostuvo que el arzobispo
intentó durante su indagatoria “explicar lo inexplicable”, al sostener
que “no pensó” o “no se le ocurrió” que los datos que ocultaba fueran
valiosos para la Justicia y lo procesó también por el delito de
desobediencia. El empresario Leopoldo Bochile, ex apoderado de Vara,
quien murió poco después de su detención en Paraguay, fue procesado por
encubrimiento.
Guillermo Garlatti, arzobispo de Bahía Blanca |
“No es posible creer que no haya sido motivo de interés para el Arzobispado procurar una búsqueda minuciosa y eficiente que tuvieren sobre Vara”, consideró el juez. “Más bien aparece como una línea definida porque lo mismo ocurrió ante el reclamo de organizaciones de derechos humanos, el Ministerio Público Fiscal y aún la propia jerarquía eclesiástica”, resaltó Coleffi, en referencia a los distintos interlocutores ante quienes el Arzobispado bahiense dijo desconocer el paradero de Vara. “No hablamos de un delito común cuyo conocimiento puede escaparse a la consideración general. Estamos hablando de un clérigo incardinado en el Arzobispado local, imputado de lesa humanidad, sobre el cual se decidió no dar toda la información que existía en el Arzobispado. Desconocer esta trascendencia o esta dimensión es intentar explicar lo inexplicable”, subrayó.
“El pago ininterrumpido por parte del Arzobispado de un fondo Fides, por interpósita persona, importa inocultablemente un aporte –hasta imprescindible– para sostener económicamente a un imputado de lesa humanidad, o para mantener un estado de clandestinidad o fuga del mencionado Vara”, sostuvo el juez. Coleffi consideró “curioso” que el legajo de Vara no estuviera en el Arzobispado, máxime cuando Garlatti dijo ser “muy cuidadoso en lo que hace a la documentación” y aclaró que todo dato “se guarda en legajos personales”. Ante la intervención “activa” y el conocimiento del arzobispo sobre los pagos mensuales, sumados a la situación de prófugo de Vara, concluyó en procesarlo como autor de “encubrimiento por favorecimiento personal”, agravado por ser delitos de lesa humanidad los imputados al ex capellán militar.
Leopoldo Bochile y su abogado Rubén Diskin |