El doctor Abel Córdoba fue designado como fiscal subrogante a cargo de la Unidad de Asistencia para Causas por Violaciones a los Derechos Humanos. De esta manera, Córdoba, quien era secretario de la Unidad, reemplaza al fiscal Cañón en ese cargo y actuará en los juicios por terrorismo de Estado.
Ecodías
Las causas por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar en Bahía Blanca tienen nuevo fiscal a cargo. Se trata del doctor Abel Córdoba quien se venía desempeñando como secretario de la Unidad de Asistencia para Causas por Violaciones a los Derechos Humanos
En diálogo con Ecodias, Córdoba explicó que fue el mismo Cañón quien, antes de retirarse, lo designó para actuar como fiscal subrogante: "Esta designación luego fue ratificada por el procurador general de la Nación, el doctor Esteban Righi, y ampliada para actuar ante la Cámara de Apelaciones en el mismo carácter de fiscal subrogante y ante el Tribunal Oral Federal en el marco de la Unidad de Asistencia para Causas por Violaciones a los Derechos Humanos".
El cargo de fiscal federal subrogante faculta para actuar de forma conjunta o alternativa con fiscales de primera y segunda instancia en las causas por violaciones a los derechos humanos, así como también la actuación en los juicios que se esperan para los represores del terrorismo de Estado: "Hasta ahora era secretario de la Unidad y ahora paso a estar a cargo de la decisión de la actuación del Ministerio Público; en Instrucción en el ámbito de las causas Armada y Ejército, con las mismas causas ante la Cámara de Apelaciones y frente al tribunal oral con los casos elevados a juicio. Y en el juicio voy a actuar como fiscal".
Juicio histórico
Como informáramos en ediciones anteriores, se llevó a cabo la elevación a juicio de seis represores y se está esperando que se confirme la situación de otros tantos. Esta situación llevaría al esperado juicio oral por el cual se busca justicia para las víctimas del terrorismo de Estado. De allí la importancia que tiene el juicio en nuestra ciudad: "Es un juicio histórico porque estas causas sobre hechos que ocurrieron a partir del '76 nunca pasaron de la etapa instructora. Aun en la etapa más avanzada que llegaron, que es con la Cámara antes de las leyes de impunidad, nunca pasaron a una instancia de juzgamiento. Esta es la etapa más avanzada y sería un juicio que no tiene precedentes ni por dimensiones ni por contenido. Desde los hechos hasta la gravedad de las conductas, ningún tribunal oral tuvo en sus manos el juzgamiento del terrorismo de Estado".
Más allá de lo que el juicio significa para Córdoba como profesional, prefiere rescatar el desafío que representan los juicios a los represores para el equipo de trabajo: "Es un desafío necesariamente colectivo. La Unidad de Asistencia local actúa coordinada por una nacional que tiene actuación en todos los juicios, los que se realizaron en La Plata y en Buenos Aires por ejemplo, no es un trabajo aislado sino institucional coordinado. Me toca encabezarlo pero dentro de una política institucional del Ministerio Público".
A pesar de la renuncia de Cañón como cabeza de grupo en la unidad, se informó que los integrantes de ésta siguen siendo los mismos que vienen trabajando en las causas desde 2006.
Causas y juicios
Respecto a las últimas novedades que surgieron de las causas, el fiscal Córdoba informó que hubo un pedido del Ministerio Público para que se inicie la elevación a juicio oral de cinco nuevos procesados. Todos ellos tienen procesamiento confirmado por la Cámara y se busca acoplarlos al grupo de seis que ya está elevado: "En principio el pedido es por cinco: Corres, Tauber, Selaya, Miraglia y Núñez, La resolución del juez federal Álvarez Canale fue por Núñez, Selaya y Miraglia, Lo de Corrres lo dejó pendiente porque no estaba notificado en la resolución de Cámara; y respecto a Tauber hay una indagatoria pendiente por lo cual se consideró que había que postergarlo hasta que ocurra esa indagatoria".
Respecto a la realización del histórico juicio en sí, el fiscal aclaró que no se puede hablar de una fecha precisa más allá de que ya está radicado en el tribunal y de que se espera que para 2010 tenga su inicio: "Lo que resulta incierto es el plazo, la radicación en el tribunal oral ya se hizo pero el plazo es incierto. No se puede pronosticar un plazo de realización de audiencias, declaraciones y demás, lo cierto es que llegó a la etapa de juicio. Hoy hay seis en condiciones de ser juzgados y cinco que están en el proceso para elevar a juicio. De hacerse esta etapa de manera rápida podría haber once y la pretensión nuestra es que sea lo más abarcativo posible para no tener que reiterar la producción de pruebas, de testigos, documentos o la revictimización de los sobrevivientes que deberían declarar".
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