miércoles, 1 de agosto de 2012

Alegato de fiscalía. 8.4 Rubén Héctor Sampini.


Ferro (Pte) adelante señor Fiscal.
Córdoba (Fiscal) Caso Rubén Héctor SAMPINI, los hechos contra esta víctima están relacionados con los de Juan Carlos CASTILLO, quien a la época del secuestro era socio comercial de SAMPINI en la explotación de un comercio de venta de repuestos hidráulicos en calle San Martín. Un mes después del secuestro de CASTILLO ocurrió el de Héctor SAMPINI. El nexo entre ambos episodios lo declaró CANOSINI, la madre de SAMPINI  enla declaración incorporada por lectura. Relató que el 21 de julio de 1976, un día antes del secuestro de su hijo, un grupo de personas armadas y de civil, entraron por la fuerza en ese comercio. Revisaron el interior, interrogaron al propietario del local acerca de Juan Carlos CASTILLO y SAMPINI. El vecino le avisó a la víctima quien a su vez se lo transmitió a su familia. Al otro día, el 22 de julio de 1976, la madre se presentó con su hijo en el Comando del Vto Cuerpo de Ejército, y no se le permitió dejar constancia escrita de este suceso. La sociedad comercial entre CASTILLO y SAMPINI, fue relatada por el padre de la víctima Héctor Rubén.Con la declaración de la madre, el padre y el hermano, se encuentra acreditada que el secuestro de Héctor SAMPINI ocurrió en el domicilio de Plunkett 3153 de Ingeniero White, aproximadamente a las 14:00 horas. La madre fue secuestrada junto con sus dos hijos por personal de Prefectura. Estuvieron transitoriamente en un centro clandestino de la Prefectura. Luego fueron trasladados al Vto Cuerpo. Armando SAMPINI declaró la misma secuencia de hechos. Una vez sacados del centro clandestino de la Prefectura fueron llevados a la sede del Batallón de Comunicaciones 181, y la madre relató que luego de un corto paso por el Comando del Vto Cuerpo fueron llevados a otro lugar, atados con cables, encapuchados con frazadas y encerrados en un calabozo con otros detenidos. Armando SAMPINI especificó que en el Batallón fueron encapuchados con mantas del Ejército, atados de pies y manos y encerrados en una sala. Con estas declaraciones queda acreditado que el 22 de julio de 1976 Rubén Héctor SAMPINI fue retirado del calabozo y desde entonces permanece desaparecido. La madre expresó que cerca de la medianoche de aquel día, su hijo fue retirado, que el 23 de julio le sacaron la capucha y la desataron y la llevaron a otra habitación donde estaba Estrella MENA, Felicitas BALIÑA y María Cristina JESSENE.
Es coincidente esto con lo que declaró MENA, que estuvo con alguien en el centro clandestino de detención que había sido secuestrado con su madre el día anterior. Héctor Rubén SAMPINI, padre de la víctima, declaró que el 22 de julio tomó conocimiento de la violación de domicilio que se estaba haciendo en su casa. Al trasladarse al lugar fue detenido por personal de prefectura, y al ser liberado se le informó que su esposa y sus hijos habían sido trasladados al Comando del Vto. Cuerpo. El padre fue y le negaron en el Comando, que estuvieran allí. Agregó que el 23 de julio su esposa y su hijo Armando regresaron. El episodio del secuestro de Rubén Héctor SAMPINI se encuentra acreditado en la documentación de Inteligencia, en el legajo 6502 mesa “DS” “Delincuentes subversivos”. Allí obran comunicados e informes que dan cuenta de la realización de operativos antisubversivos desde el 20 de julio de 1976 y centran la atención en un procedimiento en General Paz 235 o 237, donde fue ultimado Pedro Benigno  GUTIERREZ, a quien identificaban con el apellido ESQUIVEL.
Es un memorando del 23 de julio de 1976. La fuente es la comunidad informativa, que la dirigía el Jefe del Destacamento 181 en coordinación el  Departamento 2 de Inteligencia, una actividad ligada, integrada, por alguno de cuyos miembros están acusados, que dirigía TEJADA. Se refiere a procedimientos del 20 de julio de 1976 donde se informa que Ejército y Brigada de Investigaciones en esa fecha informa la dirección y el abatimiento de ESQUIVEL.
El mismo documento continúa diciendo que el 20 de julio personal de Inteligencia de Prefectura y Contrainteligencia de Base Naval procedió a allanar la vivienda ubicada en calle Cabral de Ingeniero White, que no encontraron a quienes buscaban, aunque esas personas posteriormente fueron aprehendidos por el Comando Vto Cuerpo.
El documento sigue con la descripción del caso SAMPINI (Se exhibe la documentación correspondiente en pantalla de proyección) relata que personal de Prefectura Naval efectuó un allanamiento en el domicilio de calle Plunkett de Ingeniero White en que se detuvieron a SAMPINI. Podrían estar vinculados con la célula ubicada en calle General Paz. Esta relación entre el hecho en que fue ultimado GUTIERREZ se inscribe en una secuencia de hechos que, en su exposición cronológica, demuestra el despliegue de operación y logística. Si uno repasa la secuencia de hechos: el 19 de julio de 1976 fue secuestrada Zulma  MATZKIN; al otro día fue secuestrado Hugo BARZOLA; el 21 de julio fueron secuestrados AMADO y CAFARO; el mismo día 21 de julio, Mario Manuel TARCHITSKY; el 22, SAMPINI; el 23 fueron secuestrados Ricardo GARRALDA e IZURIETA; el 24 de julio allanaron la casa de la madre de Juan Carlos CASTILLO en Capital Federal; a los dos días, la casa del hermano de CASTILLO en Centenario, provincia de Neuquén. Todo un despliegue destinado a cercar a estas personas. El 5 de agosto, secuestraron en Mar del Plata a Cristina Elisa COUSSEMENT y José Luis PERALTA. A la semana, secuestraron a Ricardo DEL RIO. A la semana, el 13 de agosto, La Nueva Provincia publicó el abatimiento de cuatro sediciosos en Sierra de la Ventana. Al otro día, el 14 de agosto fueron secuestrados Luis SOTUYO, Roberto LORENZO y Rita MERCERO. Tenemos una secuencia de un mes a partir de la hilvanación de Inteligencia. Esto entre julio y agosto, a los pocos días, el 4 de septiembre empiezan los fusilamientos. Primero con CASTILLO, TARCHITSKY, MATZKIN, y FORNASARI en Catriel 321. El 17 de septiembre el fusilamiento de COUSSEMENT y LORENZO, en la Ruta 33; y al día siguiente fusilan a José PERALTA y Ricardo GARRALDA. La secuencia que empezó con la labor de Inteligencia, siguió con el secuestro y terminó con los fusilamientos.
El secuestro y cautiverio de SAMPINI está acreditado además con las declaraciones testimoniales de Daniel FONTI y ROSOVICH. FONTI contó que cuando era conscripto en el Vto Cuerpo, conocía a ROSOVICH, quien era novia de SAMPINI. A partir de una inquietud que le llevó ella, le preguntó por el paradero de SAMPINI a CORRES.  CORRES le dijo que no se metiera en esos asuntos, porque podría desaparecer.  Le mostró la camioneta en la que había sido secuestrado CASTILLO, también propiedad de SAMPINI. CORRES le dijo que cambiaba vehículos periódicamente. Coincide con la declaración de Alberto TARANTO, que esa camioneta estaba destinada al uso en el centro clandestino “La Escuelita”.
Corrobora lo expuesto la propia declaración de ROSOVICH, y las gestiones de los padres. En cuanto a esto último, dijeron haber concurrido en varias ocasiones al Comando del Vto. Cuerpo y recibieron por respuesta la asunción del hecho, es decir asumían las autoridades militares que habían secuestrado a su hijo pero le decían que había sido liberado. Héctor Rubén SAMPINI manifestó que en todas las ocasiones fueron atendidos por un mayor de apellido DELMÉ, quien en una de las oportunidades tras consultar un libro, un registro que él tenía, les informó que su hijo Rubén había sido detenido, pero que ya había sido puesto en libertad. Los padres presentaron hábeas corpus en el Juzgado Penal 1 y ante el Juzgado Federal, en el año 78. Dos años después de los hechos los padres seguían instando. Está en causa 344 Rubén Héctor SAMPINI s/desaparición. También prueban los hechos el  Legajo CONADEP 1604 y con la presentación de los padres como víctimas en causa 283/05. En conclusión está acreditado que Rubén Héctor SAMPINI fue secuestrado el 22 de julio de 1976, llevado al Batallón de comunicaciones 181 junto a su madre y hermano, luego de allí trasladado a “la escuelita”, desde donde fue ultimado y sus restos continúan desaparecidos. Voy a hacer una aclaración acerca de la ausencia de los padres en este juicio. Los padres de SAMPINI viven. En el mismo domicilio, y no han podido concurrir ante este Tribunal. Hay un informe profesional del Centro de Protección de los Derechos de la Víctima que da cuenta que siguen severamente afectados por las secuelas de los años de impunidad y el dolor que viven desde los hechos, el silenciamiento alrededor de los hechos, con episodios de angustia, y con desesperanza, por ello sugirieron los profesionales la no concurrencia, por el riesgo de revictimización sobre ellos.
El daño en este informe, surge por demás revelador y nos muestra otra de las realidades de cómo hay familias enteras que ya no reclaman, sino que suplican saber dónde están los restos de sus hijos. Fuera de eso nada, absolutamente nada, tiene sentido. A partir de la desesperanza en que cualquier actuación de ellos pueda tener algún efecto, no pueden concurrir a este Tribunal. Lo que nos muestra otra de las realidades. Así como hay personas que canalizan este trauma en la búsqueda, otras, a esta altura, con más de 80 años de edad, comienzan a asumir que nada tiene sentido fuera del dato que necesitan, la información sobre los restos de su hijo.

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