Página/12
Por Diego Martínez
La dirección de la Asociación Médica de Bahía Blanca suspendió la conferencia sobre “crímenes impunes” a cargo del empresario de seguridad privada y medios Vicente Massot, director de La Nueva Provincia y tenaz defensor de la impunidad de torturadores y genocidas. No fue por una autocrítica del gremio que presidió el asesinado médico Felipe Glasman sino por la presión social de militantes de derechos humanos, estudiantes universitarios, organizaciones políticas, medios de prensa, médicos afiliados y hasta socios de la biblioteca donde iba a exponer, que por todos los medios convocaron a repudiar pacíficamente el acto. De ahora en adelante, Massot deberá conformarse con auditorios marginales como el del Foro de Militares Retirados o el de los alumnos de la Universidad Católica Argentina.
En su respuesta a la avalancha de repudios, la AMBB volvió a justificar la invitación amparándose en “una amplitud de criterio que lamentablemente fue intolerada por otros grupos que, mediante amenazas de violencia, obligaron a suspender la exposición, en abierta contradicción con lo que pregonan”. Llamativamente no identificó a los grupos violentos ni denunció las amenazas. La APDH informó que para el viernes pasado, fecha de la conferencia, se había previsto concurrir para hablar con los asistentes sobre el papel de Massot y La Nueva Provincia durante la dictadura.
El repudio aumentó cuando el presidente de la AMBB, Fernando Carignano, dijo desconocer que Massot hubiera promovido la apología de la tortura y en su defensa advirtió que “no es el único que tiene un pensamiento determinado”. Probablemente se refería a la apología del genocidio, a la criminalización de las protestas sociales y la paranoia de la inseguridad que Massot impulsa desde sus columnas, mientras lucra con su empresa de seguridad privada. La APDH local manifestó entonces que “la AMBB no puede seguir escondiendo su responsabilidad social, pretendiendo separar la cuestión con biombos reglamentaristas para sus cuestiones internas de ética y moral, o falsos respetos a la libre expresión, habilitando tribunas para quienes apoyaron el silencio de la muerte, metodología que con parámetros similares se aplicó para eliminar al doctor Glasman”.
El tema se planteó en el seminario internacional “Derechos Humanos: sistema de protección”, organizado por la fiscalía que encabeza Hugo Cañón, cuando los asistentes plantearon ante el escritor Mempo Giardinelli organizar un acto de repudio. Luego la seccional local de Suteba recordó que Massot fue “ideólogo y defensor acérrimo de la política de exterminio”, consideró “inadmisible que un personaje nefasto como Massot participe de actividades relacionadas con la lucha por la justicia” e invitó a repudiar la conferencia. También la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina de la UBA señaló que la AMBB “es directamente responsable de que entre sus filas se encuentren médicos que cometieron delitos de lesa humanidad, que participaron en el genocidio de nuestro pueblo”. Adhirieron Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora, el MEDH, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la LADH, la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras, UBA, la Cátedra Libre Poder Económico y Derechos Humanos, la Comisión Pro Cátedra de DD.HH. de Comodoro Rivadavia, la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Comahue, la Cátedra Sociología de la Salud de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA, el área salud del Instituto CTA, la Corriente de Militantes de Derechos Humanos de Río Negro y Neuquén, la Secretaría de DD.HH. de CICoP, la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud bonaerense, la Comisión por la Reconstrucción de la Memoria de la Facultad de Ciencias Económicas, UBA, la Comisión de Derechos Humanos del Hospital Profesor Alejandro Posadas, y otros grupos.
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